lunes, 15 de octubre de 2012

CORREÍSMO MENONITA



Imaginemos un mundo sin desempleo, una sociedad de iguales, una arcadia feliz sin pobres, ni corrupción, sin delincuencia, ni drogas, un mundo de personas solidarias dedicadas a trabajar por la comunidad, autosuficiente, ecologista y sin estado, ni ejército, sin ambiciones políticas ni erótica del poder… ese mundo existe y funciona, en pleno siglo XXI… ¿quién no querría vivir en ese mundo feliz?

Los Menonitas, los Amish, viven en ese mundo, libres de las miserias  pecaminosas de la perniciosa sociedad de consumo.  Llevan su experimento social sin imponérselo a nadie y lo único que piden es que les dejen en paz…

Imaginemos ahora que se presentan a elecciones y ganan por mayoría absoluta. Organizan su asamblea en Montecristi y diseñan una Constitución Menonita del Siglo XXI que también aprueban por referéndum. De la noche a la mañana, desmontan las corruptas instituciones para formar su Revolución Menonita con Sumak Kawsay Amish, lleno de buen vivir comunitario organizado por seres de manos limpias, mentes lúcidas y corazones llenos de ardor menonita. ¡Qué paraíso. ¡Cuánta Felicidad!

Rápidamente cambian los pensum educativos para reeducar a las nuevas generaciones y llenar sus tiernas mentes de valores menonitas de alegres sombreros, simpáticos overoles y cofias impolutas. La barba larga desbigotada surge como patrón fashionista de la masculinidad. Los maquillajes y abalorios femeninos pronto desaparecen para dar paso a la sutil sensualidad de la axila velluda y las pantorrillas all natural. La construcción del Socialismo Amish avanza y nada la detiene…

Sinceramente, no le veo mayor problema al asunto, pero no es eso lo que deseo para mí, ni para mis hijos. Aquellos que quieran disfrutar de ese tipo de Sociedad merecen todo mi respeto… siempre y cuando no traten de imponérsela a quienes no deseemos vivir bajo ese modelo.

Desde el momento que los fundamentalistas convencidos de su arcadia feliz pretendan obligar al resto de los ciudadanos a vivir bajo sus patrones de conducta y moralidad, me trae sin cuidado cuan maravilloso crean que es su mundo ni cuan enorme sea la mayoría de sufragios de que dispongan.

lunes, 22 de noviembre de 2010

ODIO CORREISTA A LA RIQUEZA (VIDEO)


Si Alguien considera que el insulto contínuo contra aquellos que poseen patrimonio y la intención de quitárselo para "redistribuirlo" no fomenta, envalentona y justifica a los delincuentes...
Que lo Piense de Nuevo...
Escucha este artículo en Audio:
Ahhh, la igualdad, ese concepto tan manoseado y poco comprendido.

La Igualdad ante la Ley es un pilar de la Sociedad Moderna, del Estado de Derecho: las mismas leyes para todos, tratamiento idéntico para cada ciudadano con independencia de su raza, sexo, edad o condición. Nada que objetar ante esto y, sin embargo, la casta política siempre se asegura de trabajar en contra de tan honorable precepto.

Para comenzar, lo primero que hacen es garantizarse un trato preferencial para ellos mismos. Faltaría más, los honorables no pueden ser sometidos a las leyes de la plebe, por algo son honorables. Se reservan privilegios como el Fuero de Corte, la Inmunidad Parlamentaria, la Inmunidad Diplomática... inventan, incluso, canongías triviales como preferencias de tránsito y parquéo.

Acto seguido impulsan, siempre con vehemencia inusitada, modificaciones legislativas para garantizar privilegios a grupos organizados, casi siempre, alrededor de la esfera política y económica. Los ejemplos son abundantes hasta alcanzar grado de grosería: desde aranceles draconianos para privilegiar a empresarios zapateros por encima de los derechos del consumidor local, hasta preferencias crediticias y subsidios para inversiones en sectores simpáticos al régimen, en detrimento de otros sectores.

Han inventado novedosas formas de discriminación, que podrían sonar hasta ridículas, como la discriminación profesional: si te dedicas a una profesión, digamos Financiera, resulta que no puedes ni imprimir un folleto barrial para informar a tus vecinos de las actividades de la zona.

Las discriminaciones preferidas, por supuesto, son aquellas que caen en la esfera de la corrección política y el buenismo. Lugar preferencial, en este segmento, tienen los "subsidios focalizados", como el que garantiza un precio preferente al gas si lo usas en tu domicilio por encima de aquellos que, por ejemplo, lo usen para generar riqueza sirviendo a los demás, por ejemplo, en un restaurante. Poco importa que el primero sea un gasto y el segundo una inversión rentable, el caso es satanizar al ciudadano con espíritu emprendedor.

Interesantes, por su grueso blindaje ante cualquier crítica, son las llamadas "Discriminaciones Positivas". Las favoritas que todo paladín de la "Justicia Social" quiere mantener en su arsenal de propuestas. Son propuestas que buscan compensar con tratos preferenciales a grupos tradicionalmente discriminados. Una especie de tratamiento de choque social en el cual se ejecuta la redundancia discriminatoria pretendiendo acabar con una discriminación instaurando otra. Ante dos aplicaciones a una beca universitaria, con idéntico historial académico, se le otorga la plaza al alumno de la raza, digamos, peor tratada históricamente, poco importa resquebrajar principios tan interesantes como la meritocracia y la igualdad ante la ley. Se ha llegado incluso al extremo de, en casos de procesos de oposición a cargos públicos, otorgar puntos adicionales a transexuales, gays y lesbianas, por no ser heterosexuales.


La corrección política obliga a defender la "igualdad" hasta límites insospechados, y mucho cuidado con alzar la voz en contra de esas flagrantes violaciones de un derecho humano básico como la igualdad ante la Ley. Los dueños de la corrección se encargarán de señalarte, a viva voz, con epítetos gruesos que van desde un inocente "Egoísta", "Ladrón de esperanzas" o "Pelucón", hasta monstruosidades como Racista, Homófobo, Fascista o el socorrido y definitivo: "Perro de Ultraderecha".

La realidad es que intentar igualar en conceptos alejados del trato ante la Ley, a parte de constituír el pilar esencial del populismo, es una política atractiva pero normalmente contraproducente.

Imaginemos dos hermanos gemelos, con las mismas oportunidades y sin tratamientos preferenciales, que reciban idéntica cantidad de recursos como herencia. Uno decide invertirla, poner un negocio y dedicar su vida a trabajo. Se priva de todo lujo supérfluo, ahorra y forma una familia estable de la cual nacen 2 hijos. Su esfuerzo y privaciones le permiten multiplicar lo heredado y acumula un próspero patrimonio que deja en heredad a sus 2 hijos.

El segundo gemelo prefiere disfrutar su herencia sin privaciones. Dedica su vida a la farra y a vivir sin responsabilidades ni ataduras. De sus múltiples relaciones, nacen 6 hijos de los que no se preocupa. El día de su muerte no acumula más que deudas incobrables.

No juzgo a uno ni a otro, cada cual es libre de escoger los caminos por los cuales deambule su vida.

Sin embargo: ¿sería justo y democrático que el ESTADO EXPROPIASE la herencia de los dos primeros chicos para repartirla entre los 8 niños por igual?

¿Qué sucedería en una sociedad así?

La vida es un regalo maravilloso. Procrear y tener descendencia es un deseo muy respetable. El amor por nuestra sangre, es un sentimiento natural innegable, aunque existan personas, como el segundo gemelo, que no le presten mucha atención y privilegien su "bienestar" por encima del de sus hijos, pero no hay duda que es lícito desear dejar a nuestros descendientes, o a quien queramos, un patrimonio lo más holgado posible, para que desarrollen su vida con relativa tranquilidad. Aún más si tenemos en cuenta que, normalmente, el patrimonio de una persona, a parte de representar el valor que el resto de los miembros de la sociedad ha dado a su aporte particular, sus ahorros, son fruto de privaciones y consumos no realizados. En las sociedades estatistas actuales se da la particularidad adicional, que además, los patrimonios adquiridos son sólo el saldo que queda tras pagar una infinidad de tasas e impuestos de todo pelaje y condición.

Si se elimina el incentivo natural de poder entregar un patrimonio a nuestros hijos, lo más probable es que la sociedad donde esto suceda sufra, primero, de desinversión ya que sin ahorro no existe inversión. Sin inversión no habría empleo ni casi posibilidades de realizar división del trabajo por cuenta ajena, promoviéndose serios retrocesos en la capacidad productiva del país. La tendencia natural sería despilfarrar y dedicarse a pretender que otros trabajen por uno ya que el resultado final será un reparto igualitario. Lo más probable es que, en poco tiempo, esa sociedad viva en una miseria perpétua insostenible salvo por la llegada del autoritarismo y la esclavitud a la que pretenderán someter a personas productivas. Surgirán mercados negros al márgen de la Ley y la gente venderá lo poco que tenga, incluyendo su cuerpo, a cambio de dinero y productos no controlados por el Estado repartidor. MISERIA compartida.

Obsesionarse con la "desigualdad" económica es confundir los objetivos. Resulta tan absurdo como pretender cortar las piernas a la gente porque en el mundo hay enanitos, o sacar los ojos a los videntes, porque en el mundo hay personas invidentes.

El Presidente Rafael Correa, en su soliloquio sabatino del pasado 20 de Noviembre, deja muy claro que su obsesión no es erradicar la pobreza, sino eliminar la riqueza, la "peluconería". Inventa conceptos de "democracia" ABSURDOS, diciendo que heredar no es "democrático" sino aristocrático. Cuando el caudillo confunde al enemigo, lo más normal es que se pierda la batalla.


A petición de Isabel, subo el video para aquellos que tengan restricciones a Youtube.

viernes, 1 de octubre de 2010

Ecuador: censura mediática y falso golpe

Correa se cambió de Corbata y Camisa durante el supuesto secuestro



No acostumbro a publicar contenido ajeno, y en breve, después de la reflexión que ameritan los hechos acontecidos ayer, postearé mi opinión al respecto.

Sin embargo, ante la abrumadora presencia de la mañosa versión oficial y la insistencia de muchos de los responsables del deleznable y vergonzoso episodio de  ayer, quiero dar espacio en esta bitácora al valiente artículo del guayaquileño Aparicio Caicedo Castillo publicado en el diario español "El Mundo". Les invito a la reflexión.

Nota: Gracias por el apoyo twittero de ayer: casi 300 nuevos seguidores en un solo día. Estoy abrumado.



Lo que se está viviendo en Ecuador es macondiano. Se impuso una vez más el sinsentido, el más absoluto sinsentido. Un puñado de policías, reclamando prebendas y privilegios, ha sido capaz de colapsar el país entero. La debilidad institucional es obvia, manifiesta, pero a eso estamos ya más que acostumbrados. No es novedad. No se trató de un amago de golpe de Estado, apenas una huelga de la policía, secundada por uno que otro militar que quiso pescar en río revuelto.


Al final, eso ha sido lo mejor que le podría haber pasado al régimen de Correa, que se dará un bañito de popularidad, mientras explota las escenas cursis de un presidente llamando a la muerte, a la vez que su propia guardia pretoriana repartía plomo ante unos manifestantes sin nada más que gases lacrimógenos. Cualquiera se hubiera envalentonado, porque en Ecuador nadie teme a la policía, saben que les cobran cada bala que disparan, cuando tienen alguna que disparar con sus vetustas pistolas. Eso y algunas hordas de delincuentes de medio pelo, oportunistas que saquearon tiendas en barrios populares.

Ha pasado inadvertido en el mundo entero el espectáculo de censura mediática implementado. Esa sí que ha sido la única novedad de lo ocurrido en Ecuador, suceso inédito. Correa inmediatamente ordenó sacar del aire a las emisoras de radio y televisión privadas, para llenar su espacio con la propaganda goebbeliana emitida por los medios públicos. Desde el hospital en el que estaba supuestamente secuestrado, pudo ordenar la censura, declarar el Estado de excepción, y seguir “demostrando” lo bravo que era.

Ni la omnipresente CNN internacional tenía más que emitir que lo que le filtraba el Gobierno. La única versión de los hechos que el mundo conoce es la que el Estado ecuatoriano ha querido dar. Y por muchas horas esa fue la única versión que incluso los ecuatorianos conocieron. El espectáculo de las redes sociales ha sido penoso, con decenas de periodistas en twitter, mendigando al menudeo alguna fuente independiente de información. Y nada. La respuesta recibida del director de un canal de televisión local: “nos han dicho que si emitimos nos cierran”.

Mientras, las fuerzas armadas, esos eternos parásitos, que en Latinoamérica terminan siempre fungiendo de árbitros del bien y del mal, llamaron a la calma, supuestamente “subordinadas al Gobierno”, pero sin olvidarse de imponer ciertas condiciones: asegurarse más privilegios. Una facción del Estado chantajeando a la otra, lo de siempre. Y todas sacaron algo.

Sabemos también lo que vendrá. La tartufocracia correísta iniciará una campaña de victimización, aprovecharán la ocasión para sumar más poder, para arrinconar más la poca libertad que el Estado no haya engullido todavía. La patria lo valdrá todo, todo sacrificio, todo abuso.

Un nuevo episodio de bananorepublicanismo. Pero nosotros ya estamos acostumbrados. Y mientras, la OEA, esa gran insignificante, monta el número, improvisa un guión perogrullesco. Al final del día tendrán la culpa lo yanquis, o las oligarquías.

Para ponerle más exuberancia, el ministro español Moratinos advierte que desplegará todo el “arsenal diplomático español”. Supongo que nada es poco para defender los feudos de poder de sus coleguitas latinoamericanos.

Algo se demostró y se demostrará. La oposición, y la propia sociedad civil, no tiene capacidad de reacción en Ecuador, ya no. Cerraron canales, y los periodistas cedían antes las amenazas del Gobierno. Mientras, todos los “analistas” internacionales justificarán sus honorarios y atención hablando de democracia, de respeto al orden inconstitucional. Y estaré de acuerdo con ello. No habría nada peor para Ecuador que dejar que el gorillorium castrense tome el poder, o dirima su ocupante nuevamente. Pero pocos, muy pocos, reconocerán que gran parte de lo que analizan es un encuadre mediático urdido desde Quito, que se apuró a poner los filtros adecuados tan pronto pudo, y dominó el flujo de información con facilidad.

lunes, 6 de septiembre de 2010

DISCURSO BIPOLAR

Puedes elegir: ¿con qué pistola`prefieres que te disparen?
EL PODER LO TIENES TÚ

Cuando terminé de escribir el post titulado Balance Revolucionario I, decidí esperar a que el mandamucho expusiera su informe de labores antes de proseguir con mi análisis. Sentía curiosidad por conocer el punto de vista personal del propio Presidente a la hora de hacer autocrítica.

No presencié el discurso en vivo, debo decirlo, porque no soy persona que acostumbre a encontrar deleite en perder el tiempo y tengo cosas mejores que hacer que aguantar lo que sospechaba iba a resultar una perorata indigerible en búsqueda de aplausos facilones. Intuía que, el bosque de alzamanos, se tornaría, con previsible adocenamiento, en fanáticada de ovacionadores listos para reventar el aplausómetro al más puro estilo de A Todo Dar. No me equivoqué.

Sin embargo, para poder actuar con criterio a la hora de la evaluación, decidí revisar el discurso a posteriori, pasado un tiempo prudencial que permitiera el análisis reposado sin el calor de la reacción instantánea.


Las menciones a Mariátegui, Gramsci, Galeano o, incluso, la de Benedicto XVI, me obligaron a buscar el alivio de un par de sobrecitos de Sal Andrews y doble ración de Pancreoflats. Si estos personajes siguen siendo los referentes ideológicos del Presidente de la República, alistémonos para la travesía hacia ninguna parte.

Los facilismos dialécticos de tarima y púlpito desbordan el texto del discurso. Desde la falsa modestia con la frase vacía del título del discurso : "LO QUE NOS FALTA POR HACER, ES MUCHO MÁS DE LO QUE YA HEMOS HECHO" (me pregunto si alguien podrá decir nunca que lo que le falta por hacer es menos de lo ya ha hecho); hasta la pedantería de haberle puesto título (como lo leen: el mandamucho le puso título al informe a la nación, se puede ser más pedante pero sólo con mucho esfuerzo) al propio discurso; el texto es un monumento a la calentura populista con patología bipolar irreversible.

Qué alguien me explique cómo se comprenden frases tan acertadas como:
"¡Qué daño ha hecho el paternalismo en América Latina! Hablar no de pobres, sino de "empobrecidos", la mitificación del mundo indígena, nuestra eterna victimización, donde todos nuestros males - que los hay, y muchos- son culpa de terceros."

junto con elogiar a Eduardo Galeano, auténtico padrastro putativo de la Teoría de la Dependencia y el Victimismo secular en un mismo discurso. O esa misma frase combinada con el consabido ataque al "neoliberalismo", y al "imperialismo" acusándolos de todos los males del país.

Cómo se comprenden afirmaciones tales como:

"No nos engañemos, necesitamos prosperidad material, capacidad de acumulación, producir más de lo que consumimos. Algunas veces me da tristeza ver a gente que toda su vida ha trabajado con los pobres, pero pareciera ser que buscan perpetuar esa condición para satisfacer su propia necesidad de solidaridad..."

(¿necesitamos capacidad de acumulación? a ver si va a ser cierto lo que dicen los que acusan a Correa de ser de Derechas...) en boca del mismo tipo que dijo aquello de que "El Trabajo es el Fin mismo de la Producción".

Y ¿qué me dicen de esta otra frase?:

"Se pretende que democracia es el irrespeto a la autoridad, las agresiones al Presidente. Yo no quiero vivir en un país así. Yo no quiero un país así para mis hijos."

será que prefiere un país donde el Presidente, escudado en la "majestad" del cargo, se dirige a ciudadanos con frases y epítetos como "Por IDIOTAS como tú", "gordita horrorosa", "vieja pelucona", "matón", "garrotero", "retrasadito", "cara de estreñido", "momia coctelera", "enano", "pitufo", etc., y todos en medios de comunicación públicos usando el dinero de los mismos agraviados para hacerlo desde una total impunidad. Ese seguro que es el país que YO NO QUIERO para mis hijos.

Y qué podemos comentar de alguien con la lucidez LIBERAL suficiente como para sostener, en la página 36 del discurso, que:

"No entiendo cómo los países ricos podrán justificar éticamente a las futuras generaciones la búsqueda de cada vez mayor movilidad para mercancía y capitales, al mismo tiempo que penalizan e incluso criminalizan cada vez con mayor fuerza la movilidad humana."

y luego, para calmar a aquellos que reclaman una relación entre el incremento de la delincuencia y la laxitud en las leyes migratorias, diga en la página 51:

"No podemos caer en romanticismos. Repito, si es menester endurecer nuestra política de inmigración, así lo haremos." 

O este asunto de decir que:

"El cambio cultural tiene que ver con la necesidad de no satanizar ni glorificar." 

para luego decir:

"La historia sabrá juzgar quienes cumplimos (???) con nuestro deber, pudiendo eludirlo, como hicieron todos los gobiernos anteriores, y quienes sólo recurrieron a la politiquería y al odio, tratando de sembrar la división entre ecuatorianos para, vanamente, tratar de ganar unos cuantos votos en sus provincias."

¿No que no debemos santificar ni glorificar? ¿Qué es eso de "quienes cumplimos"? (¿te incluyes Rafa?, ¿estás seguro que cumples con tu deber?), y ¿TODOS LOS GOBIERNOS ANTERIORES (que eludieron su deber)? Por cierto, qué cansancio con la frasecita atribuída a Fidel Castro con aquello de que nos juzgue la historia. Cuanto regusto bobo en emular a tiranos.

¿Y qué me dicen de lo de excluirse del grupo de los que recurren a la politiquería y al odio sembrando división para ganar votos?

Este man sufre casos severos de laguna cerebral con consecuencias de amnesia irrecuperable. Al parecer ya se le olvidó el pacto de los manteles (destituir ilegalmente diputados electos mediante mañoserías y servidumbres del Tribunal Electoral, ¿no son politiquerías?), los recientes vetos a la Ley de Educación o el Limbo Antifiscalizador del Corcho, ¿son prácticas impolutas de servicio público?

Y ¿no es sembrar odio de clases insistir en culpabilizar de todos los males del país al etéreo concepto de "Los Pelucones"? Se ve que no lee sus propios discursos.

Hágase ver, Sr. Correa: amnesia, sordera y ceguera selectiva pueden ser síntomas de caretuquismo en fase de metástasis irreversible.

Adicionalmente, y no sé si será otro síntoma de deterioro neuronal, Rafa, pero estás perdiendo originalidad y te repites como loro. Esto que viene, ya lo dijiste cuando te reuniste con la flor y nata de la CLEPTOCRACIA Mundial, entre aquella caterva de tiranos sin fronteras agolpados en Isla Margarita, hace ahora un año:

"Creo que el mayor imperativo ético que tiene la humanidad es combatir la pobreza, la cual por primera vez en la historia, no es fruto de escasez de recursos, sino de sistemas perversos."

Te falta mencionar, Rafael, que si "sobran" los recursos como para acabar con la pobreza, es gracias al Capitalismo, la Globalización y el resto de "sistemas perversos" que tanto pareces odiar. Así que estás como la culebra que se muerde la cola.  Es lodo común entre socialistas: qué otros produzcan para ellos encargarse del reparto. Más perverso es el sistema que propones que SIEMPRE fracasa y no genera excedentes como para acabar con la pobreza.

De ahí que lo más perverso y tenebroso de todo el discurso sea la frase con la que lo culminas:

"Caminamos hacia el socialismo, hacia la sociedad inclusiva, y pondremos todo lo que esté en nuestras manos para que ese empeño, esos objetivos, se hagan realidad."

¿Eso es lo MUCHO MÁS DE LO QUE HAS HECHO PERO FALTA POR HACER? ¿Arrastrarnos al cadalso del SOCIALISMO?

No te extrañe que todos los que tengan criterio, mínimos conocimientos de Historia y Economía y un respeto irrestricto por la Libertad pongan todo lo que esté en sus manos por impedir que tu aberrante pesadilla se haga realidad.

martes, 24 de agosto de 2010

EL EMPERADOR ESTÁ DESNUDO


Ejercicios de ventrilocuismo



De acuerdo al panfleto gobiernista: Rafael Correa sostuvo que solicitar la revocatoria del mandato no es un problema, sino al contrario:
“es un favor que me están haciendo los de siempre; en su soberbia. Ni siquiera pudieron buscarse un títere más decente: payasos con corbatas de franjas y estrellas los 4 de julio, para hacer méritos ante los imperios; corruptos que, como ministros, organizaban sus festines de cumpleaños”.
¿En Serio Rafa? ¿De veras esa es tu reacción ante la organización cívica? ¿Acusaciones de Soberbia desde la Soberbia? ¿Apelar al imperialismo yanki, como en los 60? La mediocridad ha regresado y viene recargada.

¿Qué fue del llamado a la Reconciliación Nacional de hace dos semanas? ¿Se quedó en casa de la belga?

Debo reconocer que no simpatizo con la propuesta de Carlos Vera. Creo que es una pérdida de tiempo y de recursos que podrían ser mejor usados, por ejemplo, en la difusión de las ideas de la libertad, la formación de bases a nivel distrital, la denuncia penal de la corrupción vigente y la denuncia política de los atropellos a la constitucionalidad. Sin embargo, si me encuentro con alguna de las mesas de recepción de firmas, con gusto les entregaré la mía, aún a riesgo que, más tarde, ese listado sea usado desde el Gobierno para atosigar, oprimir, y perseguir a los firmantes.

Pero el tiempo de callar y acomodarse se ha terminado. Si no reaccionamos y alzamos la voz en tiempos en que la tiranía está aún blanda y en construcción, ¿cuándo? No podemos esperar a que se radicalice y presente un escenario de violencia o el hecho biológico (cómo en Cuba) como únicas alternativas de retorno a la libertad.

La lucha es desigual, cómo siempre. El Individuo, el Ciudadano libre, contra el monopolio opresor del Estado. Las mentiras panfletarias edulcoradas con el presupuesto del Estado, contra la verdad, la dignidad y la entereza de la razón. Y, con todo, Venceremos.

El Emperador está desnudo. Su discurso está vacío de contenido y por eso lo llena con descalificaciones, soberbia, y patrañas trasnochadas que no resisten el más mínimo análisis. Su voz suena idéntica a la marioneta descerebrada del ventrílocuo fantoche quien, a falta de recursos morales e inteligencia, acude al baúl de los chistes escatológicos para entretener a un público cada vez más harto de sus carencias.

Cada descalificación debe ser respondida, con todo el peso de la ley si es necesario. No se puede seguir permitiendo que queden impunes declaraciones genéricas. Qué se termine la dialéctica zafia y vacía.  Nada de "los de siempre", "la partidocracia", "la oligarquía", "los pelucones" o demás conglomerados amorfos a la espera de que alguien se sienta aludido para ridiculizarlo. Exijamos que defina sus ataques con nombres y apellidos. No lo va a hacer porque si lo hace comienza la judicialización de la vida política del país y se le termina la ganga del discurso flamígero.

Correa siempre fue consciente de su riesgo judicial. Por eso no juró la Constitución bajo la cual fue elegido presidente de la República por primera ocasión. En el fondo y, hasta que termine por destruir la institucionalidad, le tiene pánico a las consecuencias legales de sus bravatas. La lucha por el respeto a la libertad debe comenzar por ahí. Desnudemos al tirano de sus escudos verbales. Utilicemos todos los medios a nuestro alcance para ello.

Ante la Cara de Tuco y los trucos baratos de Tahur Tarimero en Feria Ambulante: Cero Tolerancia.

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