martes, 5 de enero de 2010

ESQUIZOFRENIA INTELECTUAL

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No termino de desprenderme del todavía humeante recuerdo del monigote correísta del 31, mientras barajo alternativas para primer post del año:

1.- Responder las mañosas pedanterías que, el eunuco oficial del progresismo mercenario, regurgita en el diario gobiernista, (saco sin fondo que erosiona el patrimonio de los Ecuatorianos en 4 millones de dólares, todos los años, con el único propósito de cobijar descerebrados cavernícolas del castrochavismo militante), y su arlequinada, en mediocre conato de aproximación crítica al liberalismo, apología del estatismo;

2.-Esbozar un almanaque de la primera década del Siglo XXI, equilibrando las nefastas, y globalizadas, dentelladas estatistas de la vulgarísima casta dirigente, con el ilusionante impacto multiplicador del desarrollo de tecnologías que empoderan al individuo;

3.- Comentar el peligroso afán desinformador, con atisbo de culillo presidencial, de las reiterativas denuncias de supuestos complots internacionales emitidas, en revelador eco palaciego, desde Miraflores y Carondelet;

cuando me topé con el excelente artículo de Carlos Alberto Montaner haciendo una reseña del libro que Berlusconi, a través de su filial Colombiana (dato curioso), ha tenido la amabilidad de publicarle, al mandamucho.

Debo reconocer que no he tenido el disgusto de leer el titánico esfuerzo recopilatorio de patrañas prepublicadas que ha juntado el mesías de la Revolución Ciudadana y que se ha encargado, como no, de promocionar con el dinero de todos en presentaciones retransmitidas por el Canal Gobiernista, que no público, Ecuador TV.

No creo que le moleste al mandatario, que aboga por que el conocimiento sea un bien público mundial, que pongamos en práctica su ideario y hagamos sustento de esos empresarios de la economía sumergida que son los informales, a costa de sus, del mandamucho, regalías por derechos de autor; así que, en cuanto pueda, me haré con una de esas copias piratas que circulan rebajadas en los semáforos, porque conozco mejores alternativas para ocupar 24 cocos que malgastarlos en una simplona recopilación de artículos prepublicados por un autor que balancea abundante pedantería con hartas dosis de falta de rigor académico.

Ya el título da una idea de la preocupante carencia creativa del recopilador: "Ecuador: De Banana Republic a la No República". Rafa, por favor, ¿qué te hubiera costado pedirle consejo a Vinicio, que de esto de la publicidad y el mercadeo sabe más que tú, y haber elegido un título más canchero? Con razón que el tiraje de la primera edición son unos pírricos 12000 ejemplares. Ahora que, coincido contigo: tu gobierno ha logrado llevarnos, definitivamente, a abandonar la República como modelo de Estado. La concentración de poderes, el centralismo, el sesgo totalitario y el tufo liberticida de la Revolución Ciudadana nos mete de lleno en el fascismo troglodita en claro abandono del modelo de sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley (constitución) y la igualdad ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de los más fuertes, del gobierno y de las mayorías con el objeto de proteger los derechos fundamentales y las libertades civiles de los ciudadanos, de los que no puede sustraerse nunca un gobierno legítimo.

En palabras de Mister Danger, Rafaelito, y siguiendo tu querencia por el anglicismo: "Mission Accomplished".

Según la reseña de Montaner:

"El libro tiene algunos errores impropios de un economista formado en Estados Unidos como, por ejemplo, afirmar que el gobierno de F. D. Roosevelt revocó el patrón oro en 1933, algo que sucedió, realmente, durante la administración de Richard Nixon varias décadas más tarde. Roosevelt lo que hizo fue devaluar el dólar con relación al oro: de 20 dólares la onza a 35, medida que, en su momento, fue considerada por muchas personas como una violación de los derechos de propiedad."

Cuando haya leído el libro haré una reseña más detallada, si es que considero que merece la pena el esfuerzo, pero sabiendo que, además de previsibles insensateces, contiene patinazos cómo el mencionado, quizá convenga leerlo junto a un tacho galonero, por si el mareo intelectual de su trepidante lectura provoca males estomacales que requieran de asistencia emética, ante tanta esquizofrenia intelectual.

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