lunes, 13 de octubre de 2008

EL DILEMA DE GOLLUM CORREA


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CORREA: “En lo personal, de todo corazón, les digo: A mí no me interesa el poder. Estaré donde mi Patria me necesite. Yo no es que voy a MANIPULAR a mis conciudadanos para poder candidatizarme, ¿verdad?...”


“…entonces, compañeros: yo puedo irme mañana a mi casa con la satisfacción del deber cumplido porque este fue el mandato que Uds. nos dieron en las urnas. Yo estaré donde Uds. quieran que esté…"

“… Yo le pido a Alianza País hacer unas… las primarias. Y ojalá venga alguien más capaz que yo y pueda seguir, pueda seguir con el trabajo, compañeros… No. Debe haber mucha gente, mucho más capaz que yo… créame que no buscamos nada para nosotros..."

Todo lo que sucede en La Comarca tiene una explicación mágica, regida por dogmas que no permiten rescoldos a dudas posibles. La sabiduría es patrimonio exclusivo de hechiceros, casi siempre ancianos barbudos, ataviados de folclóricos uniformes de druida. El más longevo de ellos, Saurón de Mayarí, conocido por su capa verde oliva, vivía en una Isla remota rodeado de un legendario misticismo.

Se sabía que, con oro puro de Siberia, había forjado una serie de anillos, de entre los cuales destacaba uno en particular, que concedía extraordinarios superpoderes a su portador. El resto de los anillos, inferiores en jerarquía nigromante, otorgaban poderes más reducidos en cantidad y calidad. La mayoría, aunque lustrosos, no alcanzaban siquiera categoría de “anillo de poder”, mereciendo, a duras penas, el sustantivo de “sortija de autoridad”.

Los portadores de estas sortijas, representantes de una fauna variopinta, no alcanzaban grado de hechicero. Se trataba de aprendices, meritorios, becarios de brujo, aojadores, cartomantes de feria, que sin anillo apenas alcanzaban a lector gay de horóscopos en programa matinal de TV.

Los portadores más aduladores, en agradecimiento por sus sortijas, demostraban su veneración por el hechicero, imitando sus costumbres y manías. Era imprescindible vestir atuendos de adivino, ofrecer extrañas e insoportables peroratas semanales, usar lenguas ancestrales, ejecutar performances periódicas de hipnotismo y prestidigitación ante audiencias de público agradecido y atacar sin descanso a todos los que osaran cuestionar la magia como motor creador de la historia.

Cada portador, sin excepción, requería de un libro de sortilegios, hechizos, encantamientos, maleficios, trucos y chamanismos. Una vez logrado, los inagotables encantamientos del libro servían por igual para conceder deseos de lámpara aladinesca, como para descargar, con inusitada crueldad, males de ojo contra rivales y opositores. El libro potenciaba, aunque no mucho, el limitado poder de las sortijas, de tal forma que el portador pasaba a tener la capacidad de crear, aplicando concienzudamente los conjuros y pócimas descritas en el texto, “baratijas de mando” (bisutería de escasísima calidad y peor gusto), que trasladaba a súbditos cantonales con esmerada capacidad para la adulación.

Sméagol había sido un Hobbit ejemplar: amistoso, trabajador, afable y amiguero. Poseía esa adorable ingenuidad de los Hobbits que les permite contemplar la vida con el simplismo infantil de un niño.

Se había convencido que la magia le tenía reservado un destino glorioso, y había dedicado su vida por completo a convertirse en acreedor a recibir, más temprano que tarde, una de las sortijas de autoridad que el hechicero mayor, Saurón de Mayarí, había reservado para la Comarca.

Sméagol veneraba la magia y, siendo aún asesor de brujo, recibió, con emoción, de Chavdalf “El Rojo”, también conocido como Chavdalf “El Gordo”, -un encantador de serpientes, aborigen de la Tierra Llana, (un vergel cuya belleza natural sólo era comparable a la legendaria hermosura de sus hembras) que había ganado su ascenso a druida por sus muchos y generosos aportes a la causa de la magia-; la invitación a ingresar a la Cepalina Facultad Stiglitz-Chomsky, competencia criolla de la prestigiosa Hogwarts del mundo sajón.

En sus visitas a la Tierra Llana, Sméagol completó su formación en artes tan dispares como la cábala, numerología, lectura de posos cafeteros, quiromancia y otras dotes adivinatorias. Especial destreza adquirió en el noble arte de la aruspicina, pericia para la cual demostró un talento natural, sobre todo cuando leía el futuro en las entrañas de adversarios políticos.

Sméagol se graduó Taumaturgo cum laude, siendo abanderado de su promoción. Junto al diploma, su tesoro más codiciado: la Sortija de Autoridad forjada a mano por el propio Saurón.

Pronto pudo comprobar la eficacia de los poderes de la Sortija, que aprovechó para apropiarse, con admirable facilidad, del control CASI total de La Comarca. En tiempo record, obtuvo también, el ansiado Libro de Sortilegios que le permitiría extender el poder de la sortija de autoridad. Sméagol se sentía invencible.

El libro de Sortilegios exigía, una vez obtenido, una prueba de lealtad a la Magia. Una demostración inobjetable de carácter y devoción por la hechicería. Un sacrificio por la causa: Sméagol debía ceder la sortija a un nuevo portador que reforzara el innato poder de la misma y la convirtiera, definitivamente, en Anillo de Poder. Sólo había un problema: la fuerza intoxicante de la sortija se había apoderado de Sméagol y sus efectos comenzaban a ser notorios a simple vista. Empezó a desconfiar de todos sus allegados, en cuyas miradas, adivinaba el brillo codicioso de la ambición. Encontraba enemigos en cada esquina y vivía obsesionado por el sacrificio. Sméagol se había convertido en Gollum, una criatura enfermiza y desagradable que no estaba dispuesta a dejar marchar su preciado tesoro.

Su mente cavilaba urdiendo escenarios que le permitieran encontrar una solución al dilema. Gollum debía seguir siendo el portador de la sortija a como diera lugar, pero no podía aparecer como un capricho o una obsesión. Necesitaba presentar un escenario en que fueran otros los que no le permitieran hacer el sacrificio.

MANIPULARÍA el pensamiento y las voluntades de los habitantes de La Comarca para que fueran ellos los que le exigieran seguir portando la Sortija. De esta manera él, aparecería como el mago desprendido y benefactor que altruísticamente renunciaba a sus propias ambiciones aceptando inmolarse por la causa de la magia en respuesta a las peticiones de los súbditos de la Comarca. Ese era el guión más aceptable para Gollum, pero no el único. Su mente delirante sólo admitiría un escenario diferente a ese: arrebatar o heredar el Anillo de Poder del propio Saurón…


20 comentarios:

Danny Ayala Hinojosa dijo...

Genial post de Juan Montalvo, me saco el sombrero. por cierto, El libro El señor de los anillos no en vano es una alegoría sobre el poder corruptor que un objeto puede dar a su portador. Algo al respecto yo escribí aquí.

Juan Montalvo dijo...

Si hay algo que verdaderamente me revuelve las entrañas es el doble discurso del Sr. Correa, y creo que este es un ejemplo palpable. Su frasecita diciendo que no le interesa el poder... como cuando dice que no es estatista, o que está a favor de las autonomías... dejan atónito a cuaalquiera que las escuche.

Si no le gusta el poder, por favor, Sr. Correa, dé un pasito al costado y regrese a su cátedra de docente Universitario, en silencio y con total dignidad. A mí me parecería un verdadero gesto presidencial de hombre de Estado que prioriza las ideas por encima de los personalismos. Creo, además, que le haría mucho bien a su movimiento político, dándole un aura de verdadera lección de Estado.

Sin embargo, todos sabemos que este caso, sencillamente, no se va a producir, y no porque las bases o el pueblo reclame su presencia al frente de los destinos patrios, sino porque, sencillamente, le ha cogido gusto al asunto de llevar el anillo...

Así que, mejor sería que nos ahorre la falsa modestia y deje a un lado la actitud infantiloide de hacerse de rogar: si no le gusta el poder, ni lo quiere, retírese y participe con propuestas sin labores ejecutivas, mientras tanto, seguiremos creyendo no sólo que le gusta sino que le ha cogido una adicción ninfomaniaca al tema.

elguayaco dijo...

ha Correa no le gusta el poder....eso ni el mas ingenuo lo cree el hace que no le importa pero bien que el esta preparando el camino para quedarse eternamente en el poder si no como me explican que el grupo que lo apoya no quiere que hayan primarias en alianza pais mientras que otro grupo ya piensa en acosta como candidato a presidente tocara estar atento a lo que pasa y hacer la respectiva denuncia

José Luis dijo...

Nosotros los de la comarca aún no manipulados, le arrebataremos el Anillo de Poder “su librito de Sortilegios también” lo destruiremos arrojándolo al imponente río Guayas, Gollum en su desesperación irá tras él, se ahogará y así terminará toda esta trilogía. (Bueno es que no vamos a esperar pacientemente que entregue el anillo)

José María León Cabrera dijo...

Juan, la base de una buena oposición política es reconocer, en primer lugar, los aciertos del contendiente, antes que sus errores.
Esto:

"y no porque las bases o el pueblo reclame su presencia al frente de los destinos patrios,"

No es verdad por más que lo desees con todo tu corazón. Pero decirlo como cierto es una especie de conscious denial que solo llevará al fin electoral de todos los procesos electorales recientes: apodícticos triunfos correístas.

Sobre la utilización de un libro tan querido como El Señor de los Anillos para defender una agenda política... lo encuentro triste y lamentable, por muy entretenido que resulte... Sin mencionar que estás desatinando completamente el sentido que Tolkien le quiso dar a sus libros y a todo el propósito de su obra.

Lo siento, Juan, esta vez tu post no me parece ni siquiera entretenido.

Saludos,

JM

Juan Montalvo dijo...

José María,
Lamento que no te haya gustado el post, que se le va a hacer, creo que alguien en alguna ocasión mencionó que no podía ser uno billetito de 100 para agradarle a todo el mundo todo el tiempo. Quisiera devolverte los minutitos que te haya tomado leerlo, pero no está en mi mano hacerlo. Estoy seguro que el pueblo, siempre hambriento de líderes mesiánicos, reclamará su presencia, eso ni se niega en el post, ni en el comentario, de dónde sacas la cita. Lo que dice el comentario es que esa no es la razón por la cual Correa se aferrará al poder, y sinceramente y sin falsas modestias, creo que si en algo hay consenso, dentro y fuera de Alianza País, entre Opositores y fanáticos de Correa, es que a éste le encanta mandar y todo el entorno del poder (ejemplos hay muchos en los 20 meses que lleva como mandatario). Si no lo crees así, estás en tu derecho a discrepar, pero, o mucho me equivoco, o en este caso te encuentras en franca minoría...

No te sabía experto en os insondables deseos de mi corazón, pero ciertamente me haría muy feliz si llegase el día en que no importara quien fuese el “líder” porque fuesen los programas los que funcionasen con independencia de quien estuviera al frente. Ese deseo se aplica con Correa como con cualquier otro.

Pierdes toda perspectiva y desatinas al creer que utilizo El Señor de los Anillos para defender una “agenda política.” Me sirve de soporte para disertar sobre el poder en general con el ejemplo de Rafael Correa y creo que, a ese respecto, le doy el sentido que Tolkien quiso darle al anillo como metáfora sobre el poder y sus consecuencias. Yo vi esa simbología en Gollum desde la primera vez que leí el libro, teniendo 14 años.

El propósito inicial de Tolkien al imaginar la tierra media y sus personajes, si no recuerdo mal, era hacer unos cuentos para sus hijos (al menos El Hobbit) Después quiso avanzar en generar una especie de nueva mitología similar a la Nórdica, con mucho asunto lingüístico de por medio, con una metáfora sobre la eterna lucha del bien contra el mal.

Cuando, posteriormente, descubrí la obra de C.S. Lewis (amigo de Tolkien, hasta el punto que se cuenta que compartían manuscritos antes de publicarlos) sobre todo las Cartas de Escrutopo (tremendamente reveladoras y recomendables como ensayo sobre el ser humano) hice una relectura menos adolescente y en Inglés de The Lord of the Rings y saqué conclusiones diferentes a la primera lectura, pero todas con connotaciones sobre el poder y como éste corrompe incluso a las criaturas más inocentes cuando se exponen a él. Si tú crees que Tolkien no pensó, ni por un instante, que esa interpretación pasaría por las mentes de sus lectores, creo que sabes más que yo sobre el tema.

En cualquier caso, cuando una obra adquiere una dimensión tan Universal sobrepasa, en mi opinión, a la interpretación que el autor quisiera darle y queda al criterio del alma de quien la disfruta el darle el sentido que más le inspire.

Danny Ayala Hinojosa dijo...

Para José María le regalo unas frases dichas por el mismo Tolkien sobre su obra:

"You can make the Ring into an allegory of our own time, if you like: and allegory of the inevitable fate that waits for all attempts to defeat evil power by power" (The Letters of J.R.R. Tolkien, 1995, p. 121.)"

"In my story Sauron represents as near an approach to the wholly evil will as is possible. He had gone the way of all tyrants: beginning well, at least on the level that while desiring to order all things according to his own wisdom he still at first considered the (economic) well-being of other inhabitants of Earth. But he went further than human tyrants in pride and the lust for domination, being in origin an immortal (angelic) spirit" (p. 243.)

y un artículo completo sobre el tema: http://www.mises.org/article.aspx?Id=899

De modo que la analogía de Juan Montalvo no solo es congruente, es precisamente lo que el autor tenía en mente y quería expresar sobre oder y de la búsqueda del poder por el poder.

José María León Cabrera dijo...

Gracias Danny por las interesantes citas, que lo único que hacen es evidenciar lo que Juan anota "la eterna lucha sobre el bien y el mal".

Para mí, simplemente, es una historia sobre cómo el poder (de toda índole) envilece a la gente. De lo que aprendí sobre Tolkien es que no le gustaba mucho la alegoría literal de sus obras. Es más, escribió: "In all my works, I take the part of trees as against all their enemies".

Su conducta era guiada por su catolicismo profundo, tanto así que ladeó con Franco en la Guerra Civil Española, por la persecución de curas por parte de los republicanos. No le vamos a decir fascista por eso, no? Ni dejar el valor literario del mejor cuento de hadas de la historia. Por eso rechazo que el pesonaje del post recurra a la cabala, a la tumaturga (que si no era por el post, ni me entereba que era), ni la quiromancia, ni nada de esas artes "superchéricas" de las que Tolkien jamás se habría valido.

Dénse el tiempo de leer "On Fairy Stories" ensayo de Tolkien donde explica su relación con la Fantasía y con el mundo en general. Comprenderán que la novela no se trata de la victoria de Frodo y compañía, sino que versa sobre la caída de Sauron y de cómo Gollum contribuyó a la destrucción del anillo que idolatraba tan profundamente.

No se trata de que otros, reconozcan y te permitan portar la sortija, sino de que su posesión significa la realización personal lograda a cualquier precio, aún entregando el alma a los más bajos recursos para apropiarse de ella. El anillo es un fin, no un medio. Gollum, en el Hobbit perdió la sortija en un duelo de acertijos con el tío de Frodo, Bilbo. Lo perdió en una cueva oscura y tenebrosa. El vivía ahí, lejos de la comarca, lejos del mundo, porque solo ahí podía estar con su "precious".

A eso me refería con desnaturalizar la historia.


Saludos,

JM

PD: Juan, tranquilo, no te he pedido refund de los minutos. Leo con atención muchas cosas y si hay una cajita para opinar, a veces lo hago.

José María León Cabrera dijo...

erratas, debe decir la alegoría literal.

Por cierto, leeré el artículo del instituo mises, gracias por el dato, pero con beneficio de inventario: sobre tolkien, prefiero creerle a tolkien.

JM

José María León Cabrera dijo...

alegoría literaria.
Ando un poco trabado. Disculpas por el doble error.

Juan Montalvo dijo...

"Por eso rechazo que el pesonaje del post recurra a la cabala, a la tumaturga (que si no era por el post, ni me entereba que era), ni la quiromancia, ni nada de esas artes "superchéricas" de las que Tolkien jamás se habría valido."

Bueno, pues si es por eso... me preocupo menos. Ya pensé que ibas a criticar, en plan “purista del Tolkienismo”, haber usado referencias de Harry Potter (por cierto, que magnifico nombre Hogwart (yo lo traduzco por "verruga de chancho")) o por haber incluido a un ser de aspecto Orcaico como Chavdalf "El Rojo" entre los Magos…
No sé porque pero me da la ligerísima impresión de que lo que realmente llegó a inquietarte fue que el nombre de la Escuela de Magia donde enseñaban la Taumaturgia (me alegra al menos haber contribuido a la expansión del léxico castellano) y otras supercherías, incluyera los apellidos Stiglitz y, sobre todo, Chomsky. No le demos más importancia que la que tiene. En cualquier caso, me alegra que se haya abierto un interesante debate sobre la obra de J.R.R. Tolkien (hay gente que nace con apellido literario…).

Juan Montalvo dijo...

Por cierto, debo repasar The Hobbit, pero creo recordar que Bilbo se encontro por casualidad el anillo en la cueva de Gollum y luego en el juego de acertijos es que Gollum se da cuenta de que Bilbo lo habia encontrado... Ese libro lo lei solo una vez, en un viaje entre Schiphol y JFK a principios de los 90... Creo que Gandalf era un mozalbete con granos por aquel entonces...

José María León Cabrera dijo...

Si Juan, tranquilo, yo pensé lo mismo, no vale la pena darle más vueltas, ni importancia que no tiene, porque yo le iba a poner a la Escuela de Magia el nombre de la ciudad de los vientos e iba a apuntar a su hechicero director como un calvito de lentes. Pero no lo voy a hacer.

Me gusta más la idea de hablar de Tolkien a quien gracias a Dios tuve que estudiar.

JM

Juan Montalvo dijo...

Interesantisima novedad de ultima hora... circula un rumor que va tomando fuerza: Acosta a Carondelet, Rafa al sillon de Olmedo... Parece que esa opcion es la unica que le garantiza el control total del pais a Alianza Pais, de entre todas las variables que estan tanteando via encuestadora...Suena terrorifico de verdad...

José María León Cabrera dijo...

Te cito una frase de Correa reciente (escribo de memoria ahorita, no me acuerdo en qué o dónde fue): "Vamos a recuperar Guayaquil democráticamente"

Empataría perfecto con la noticia que traes. Interesante. Sería cierto lo que me dijsite hace un tiempo, sobre el distanciamiento con el candidato inicial.

Saludos,

JM

Anónimo dijo...

ay JM, esa sería la Tormenta Perfecta. Una fría oleada de terror recorrió mi cuerpo. Voldemort en la alcaldía! Dios nos libre, nos ampare y nos proteja. :(

Anónimo dijo...

Vaya, Juan, Danny, José..es siempre muy interesante leerlos.

Juan Montalvo, tu post logra (al menos para mí) una analogía del poder por "el poder". Igual me pareció la película Hormiguitaz (o algo así) que volví a ver junto con mi pequeño hijo.

No estas muy alejado de la realidad, Rafael ha mostrado sus ansias de poder desde adolescente.
Cuando era Jefe de Tropa del grupo scout No.14 (San José - La Salle) y luego de que en elecciones internas, no salió elegido Jefe de Grupo, abandonó a sus chicos y se fue al Cristóbal Colón a formar su PROPIO GRUPO SCOUT; del cual fue Jefe (Supremo) hasta que le dio la gana (coincidió con su salida del país por estudios en Bélgica)

De ahí su vinculación con los padres Salesianos que luego lo ayudaron (becaron) en sus estudios universitarios y de posgrado.

Es y ha sido siempre un disociador. Le gusta dividir grupos ya formados, para rehacerlos en torno a él, solo para satisfacer su eterna vanidad.

Muchos al parecer no caen en cuenta de esto, o creen que son solo suposiciones sin fundamento.

Creo sinceramente de que si se articula una oposición que lo cuestione pacíficamente (con letreros, con plantones, etc)en cada Cadena, en cada acto público. Demostrará sin tapujos su verdadera esencia y caerá la máscara sonriente.

El pez por su boca muere.

LJ dijo...

Xica dijo...
"ay JM, esa sería la Tormenta Perfecta. Una fría oleada de terror recorrió mi cuerpo. Voldemort en la alcaldía! Dios nos libre, nos ampare y nos proteja. :("
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¡Eso sí me hizo dar miedo! *tiembla incontrolablemente*
Por cierto, siempre pensé en Chávez como Voldemort, mientras que nuestro queridísimo dictador sería perfecto para el papel de Bellatrix Lestrange (quien -oh sorpres- sufría de una obsesión sexual por Voldemort según la misma JK Rowling). Jeje...

Anónimo dijo...

Correa = Bellatrix Lestrange JAJAJAJAJA muy bueno! y le calza.

Endivio Roquefort I dijo...

Ayer aterricé en un blog de no sé quién que se regocijaba de su propia heterodoxia al afirmar que no le llegaban al alma ni la guitarra de "Jendrix" (sic) ni la pluma de Joyce; pobrecillo, pensé, cómo se ve que hasta los placeres más sibaritas a algunas personas les son vedados, al tiempo que tuve que reconocer que, evidentemente, si no hay voluptuosidad en la lectura de Joyce tiene poco sentido insistir en ello. Algo así me pasa a mí con Tolkien: sé que es una afirmación vergonzosa y seré un pobrecillo también, pero nunca le encontré el qué. No habrá ayudado el hecho de que lo leí con apenas 14 años: es posible que ahora sí le cogería el gustillo, pero el recuerdo borroso que me queda de él es de un estilo cargante y pomposo y de una temática algo infantil tejida de aburridos maniqueísmos de catequesis pueblerino. En fin. Por si le sirva a alguien la sugerencia, más o menos por la misma edad yo habría estado por la undécima o duodécima lectura del libro que probablemente (por aquellas cosas de la edad) más me influyó o me formó que cualquier otro: se trata de The Once and Future King de TH White. Ojo: el libro completo poco o nada tiene que ver con las (por lo general) ridículas adaptaciones cinematográficas que se han hecho de alguna parte de él; además, me es totalmente imposible ser objetivo con ese libro para informar sobre su calidad literaria, que al parecer por la ausencia de reconocimiento crítico serio no debe ser tan grande como pensaba de niño; lo único que puedo decir es que para esa edad, en que uno necesita de mitos, de asombro, de héroes y de universos alternativos, esta historia (un reencuentro con el mito del Rey Arturo) funcionó para mí donde el otro no. En términos de realismo psicológico, no hay comparación. Tolkien y Lewis parten desde unas nociones de decencia y decoro nacidas de represiones decimonónicas e inspiradoras de ese escurridizo concepto del "Bien" que la experiencia de los años 40 dejó inasequible para las generaciones posteriores; White por lo menos relativiza sus preferencias morales y los somete a un escrutinio a veces devastador, sin por ello perder el control de su evidente vocación didáctica.

No piensen que esté pidiendo un post tipo “Correa y los Caballeros del Mantel Redondo”, es más, prefiero no verlo. Estoy con JMLC en haber disfrutado menos con este post que con otros anteriores, a pesar del acostumbrado brío y energía que muestra, tal vez por las mismas razones que él (no veo por qué al Hairy Poto ése se le tiene que sacar a relucir aquí, para empezar). Pero eso es una apreciación puramente personal.

Si Correa quiere ser Alcalde de Guayaquil, por favor, dinamiten ese puente y viva la República de Durán. Siempre quise ser pescador.

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