lunes, 4 de agosto de 2008

AMARGAS VERDADES SOBRE LA UNIVERSIDAD GRATUITA

Factoría de Socialistas del Siglo XXI

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-Chusa, Ñaño, yo voy a votar por el Rafas. Sabes que en el artículo 356 dice textualmente que “La educación superior pública será GRATUITA hasta el tercer nivel” ¡Universidad Grateche Man!
-¿En Serio? ¡Qué bacán! Y hasta el tercer nivel, o sea, Graduado, maestría y Doctorado, todo por la cara...
-No ñañito, tercer nivel creo que es hasta graduado no más. Pero igual es bacancísimo. Estos padres de la patria asambleístas son unos fenómenos.
-¿Oye? ¿Y no habrá truco en esto?
-No ñaño, aquí dice claritos: “El Ingreso a las instituciones públicas de Educación Superior se regulará a través de un sistema de nivelación y admisión definido en la Ley. La gratuidad se vinculará a la responsabilidad académica de las estudiantes y los estudiantes.”
- A ver, a ver… Ya te dije que había trampa en esto. Según esto que dices, de momento, te van poniendo un acceso restringido, o sea, que si se les acaba el presupuesto y deciden que ya no puede entrar más gente, pueden poner las pruebas de acceso bien fregadas y solo los más pilosos entrarían…
-Pero eso no van a hacer, ñaños. Estos seguidores del taita correas son buena gente…
- Y si te va mal en los estudios, te quitan lo de grateche…
- Qué mala onda que eres… Eso lo hacen para que estudies y no te la pases de farra en farra.
- Ya veremos… ¿Qué más dice?
- Déjame ver… Espera, aquí dice en el 351 que “El Sistema de Educación Superior está articulado al sistema nacional de Educación y al Plan Nacional de Desarrollo…”
-Aguanta ñaño… ¿Qué chuchas es eso del Plan Nacional de Desarrollo?
- No sé, pero debe ser algo importante en esto de la educación superior porque el Artículo 354 dice que “La creación y financiamiento de carreras universitarias públicas se supeditará a los requerimientos del Desarrollo nacional”, y en el 355 que “El Estado reconocerá la autonomía académica de las Universidades ACORDE CON LOS OBJETIVOS DEL RÉGIMEN DE DESARROLLO”.
-Pues si no entiendo mal, todo se supedita al plan de desarrollo ese. Estamos fregados.
- ¿Fregados? ¿Y por qué?
- Si que eres bruto, ¿no? ¿Qué no entiendes? ¿Tú qué quieres Estudiar?
- Pues tu sabes que a mí lo que me gusta es el cine, ñaño. Yo quiero estudiar cine para ser como el Spielberg ese.
- Pues te fregaste. ¿Tú crees que esa carrera va a estar de acuerdo al Plan de Desarrollo ese? Nada que ver. Estos locos decidirán que lo que hace falta son más campesinos y sólo darán plazas para Ingeniero Agrónomo…
-Guácala… yo no quiero ser Ingeniero Agrónomo,
-Pues te jodiste, ñaño, tendrás que pagar la U.

El infeliz legajo de Ciudad Alfaro esconde entre los 444 pliegues de su impresentable guata, deshonrosas contradicciones que llevan el germen del fracaso estrepitoso en su misma génesis. El bienintencionado propósito de permitir el acceso a la educación superior de calidad a todos los ciudadanos, sin reparo de su condición económica, se compromete irremediablemente con la promesa de una falsa gratuidad universal. La insensatez de los nuevos padres de la patria, sin el amparo de un reposado análisis técnico, cambalacheando la realidad del país por la demagogia populista del electoralismo puro, les ha llevado a santificar la gratuidad de la educación superior.


No recuerdo cuanto tiempo lleva siendo gratuita la educación básica. Posiblemente tanto como lleva secuestrada en las corruptas zarpas del MPDismo. Lo que no necesito recordar, porque es una realidad tristemente palpable, es la calidad infame de la misma. Los propios Asambleístas, con sus intervenciones y propuestas, se muestran empeñosos en revelarnos que son víctimas directas del paupérrimo nivel académico de nuestras escuelas.
No nos engañemos: la Educación pública no es gratis. La pagamos entre todos, incluyendo aquellos que no hacen uso de ella, que es algo muy distinto a la gratuidad. Los maestros, por muy patriotas que sean, no imparten gratis sus clases, los fabricantes de pupitres y pizarrones no regalan sus productos por amor a la bandera, los insumos necesarios para construir las aulas, no se producen por generación espontánea. De algún sitio tendremos que conseguir los recursos para financiar esta constitucional carga adicional en el presupuesto del Estado. Ese incremento sólo puede financiarse de dos maneras: reduciendo las partidas en otros sectores (salud, vialidad, seguridad, subsidios, bono solidario, vivienda, infraestructuras, etc.) o incrementando los ingresos (más impuestos o más deuda). El primer escenario es impopular, por lo tanto este gobierno nunca lo aplicará. ¿Cuántos votos perderían si declarasen que, para que el sobrino de algún comerciante pueda ir gratis a la Universidad, tienen que subir el precio del gas, o eliminar el bono de la pobreza? El escenario del incremento de ingresos es muy complicado: la Nueva Constitución es terriblemente restrictiva a la hora de permitir el endeudamiento público, así que esa vía casi queda cerrada. Subir los impuestos es siempre inflacionario y complejo.


EL FUTURO QUE VIENE, AUNQUE GANE EL NO
Lo más probable es que, en caso de aprobarse este texto constitucional, nos enfrentemos a la siguiente realidad: El Gobierno incrementará los impuestos a la compra de bienes suntuarios (alcohol, tabaco) pero no mucho, que ya se sabe lo impopular que resulta subir el precio de la bielita bien helada; se inventará una tasa que deberán cancelar las Empresas, y subirá los impuestos a los pelucones, quizás incrementando tarifas eléctricas o telefónicas a ciertos sectores, o incluso, obligando a que los estudiantes que se puedan costear una educación pagada, subvencionen a los públicos con un incremento en sus pensiones.
Como, incluso de esa manera, resultará muy difícil financiarla, utilizarán los subterfugios legales que ya han incluido en la Constitución, precisamente con este objetivo de reducir los costos. Lo primero, bajo la excusa de exigir un rendimiento académico de excelencia, someter a los candidatos a un proceso de selección complejo, un estrechísimo cedazo, que realice una criba mayor a la ejercida actualmente. Lo segundo, reducir la calidad de la enseñanza con profesores baratos pero, eso sí, bien adoctrinados en impartir las bondades de la Revolución Ciudadana. El tercer subterfugio, el más atroz de todos, LIMITAR LAS OPCIONES DE LOS UNIVERSITARIOS con la excusa de cubrir las necesidades del Plan de Desarrollo. Sólo habrá plazas disponibles de acceso a la educación superior gratuita para cubrir lo que unos cuantos funcionarios estimen que necesita el país. Un reducido grupo de burócratas, encabezados valerosamente por el Presidente de la República en una más de sus nuevas pero nada hiperpresidencialistas funciones, decidirán cuantos médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, físicos, matemáticos, informáticos, veterinarios, docentes, economistas, filólogos, farmacéuticos, químicos, historiadores, investigadores y profesionales en general son requeridos para el buen desempeño de la Revolución Ciudadana y todos aquellos que quieran hacer algo diferente, no disfrutarán de gratuidad alguna porque, sencillamente, no incluirán otras carreras en las instituciones públicas. Olvídense de la vocación, el pragmatismo del dogma socialista determinando las necesidades del bien común se impone sobre la libertad de elección. Los Ungidos, esos ególatras iluminados, saben lo que le conviene a cada uno de nosotros y por ello NOS LO IMPONEN. La patria exige sacrificios valientes a sus jóvenes. ¡Qué vergüenza siquiera haber pensado en labrarse una carrera como cirujano plástico! El cambio de época no necesita de siliconas. Eso es de pelucones: la mujer revolucionaria exhibe orgullosa la flacidez de su madurez.


Debemos añadir, aún a riesgo de parecer alarmistas, que el pensum universitario también dependerá exclusivamente de la decisión del Ejecutivo. Ejerciendo de Romeos de la paradoja, los padrastros de la república han decidido expresar su amor por la descentralización inventándose un organismo Centralista controlador de todo llamado “Organismo de Planificación, Regulación y Coordinación Interna” (Artículo 353). Las Entidades de Educación Superior pierden autonomía al estar subordinadas al Plan de Desarrollo. Se impondrá obligatoriamente la educación en valores determinados por el Ejecutivo, una especie de catecismo del buen socialista del siglo XXI (Artículo 347, numeral 4) y el nuevo pensum incluirá por obligación y decreto, el estudio de una lengua “ancestral” (Artículo 347, numeral 10).


En cualquier caso, con el tiempo, como ha pasado en Cuba, se irá perdiendo el interés por estudiar una carrera universitaria. Si se aplica la distribución equitativa de la riqueza, que cada vez será más reducida, y todos recibimos, como es nuestro derecho de Ecuatorianos, idénticos ingresos, no tendrá ningún sentido quemarse las pestañas 6 años sacrificando nuestra juventud para terminar ganando lo mismo que el hijo vago de la vecina que se la pasa asoleando su panza, tumbado en la hamaca, mientras se rasca el trasero decidiendo si se toma una biela bien heladita antes o después de su merecida siesta.


Nota: Gane o pierda el referéndum, con independencia de si realmente es técnica y financieramente viable la gratuidad de la educación superior, consideren que es un hecho ineludible. Si gana el Sí, porque ya está incluido, si gana el No, porque sería tremendamente impopular no incluir en las inevitables reformas Constitucionales que se tendrían que implementar, uno de los “avances” más políticamente correctos. Es improbable que exista un solo actor político en este país dispuesto a recibir los seguros improperios de la izquierda y el estigma social de denunciar racionalmente la inconveniencia de un sistema universal de gratuidad en la educación superior. El propio Rafael Correa, ese ejemplo de hombre íntegro, incansable luchador contra el oportunista populismo Gutierrista, paladín de la coherencia y defensor a ultranza de sus ideales por encima del electoralismo, a pesar de haber declarado estar en contra de esta decisión, no está dispuesto a sacrificar un ápice de su popularidad haciéndolo. Añado que, ningún gobierno o constitución nueva podrá tampoco eliminarlo. Terminaremos todos, como en La Habana, mendigando un mendrugo de pan y vendiendo la honra en las esquinas pero la Universidad será gratis. ¡Qué viva la Revolución!


Votaré No porque quiero tener todavía la remota esperanza de aspirar a una Educación Superior de Calidad, sea o no Gratuita.

10 comentarios:

mesha dijo...

es realmente preocupante que el pénsum universitario sea controlado en cierta forma por el gobierno. Y más aún porque yo quería estudiar economía y no quisiera contagiarme de las vilezas del Socialismo del Siglo 21...

José María León Cabrera dijo...

Juan,

El tema de la educación es álgido y de larguísimo plazo. No voy a entrar en una nueva discusión sobre lo de los cupos para la educación pública, aunque lo haya visto ya en otras partes donde funciona, aunque es bastante drástico (caso concreto: Alemania).

Tampoco es lo que más me interese. Lo que a mí me interesa de todo esto es saber cómo se va a implementar cualquier reforma en la educación.

Creo que la existencia de un organismo de control es positivo, pero siempre y cuando la libertad de conciencia del profesor o catedrático se respete y éste a su vez respeto el laicismo de la sociedad en que vivimos.

Igualmente, lo que me preocupa en sumo grado es la aplicación de todo el lirismo que es una constitución tan larga y llena de disposiciones a ratos inconexas.

Entiendo tu motivación para votar no, me parece la primera válida desde una perspectiva objetiva pero tampoco vas a lograr lo que quieres a través del simple voto del no.

Vaya encrucijada. La dejo boteando a la pregunta. Jaja. la vida es un gran cómo.

Saludos,

JM

PD: Te ensañas injustamente con la milenaria cerveza.

Juan Montalvo dijo...

Estimado José María,

Como explico en el post, realmente creo que no hay nada que hacer con respecto al tema de la Educación Superior gratuíta, gane el si, el no, el nulo o lo que venga. Sin embargo, no podía dejar pasar por alto este asunto que es un ejemplo más de populismo sin sostén técnico ni económico.

La gente tiene un extraño concepto sobre la gratuidad y los derechos. No parece posible la comprensión racional en temas como estos. Además, se fijan en modelos altamente impositivos como algunos en Europa, donde, además, el PIB per cápita supera en 15 o 20 veces el nuestro.

En cualquier caso, no quisiera que la gente entienda que estoy en contra de la Educación superior subvencionada (que es la palabra, junto con subsidiada, más correcta) y no gratuita. Su universalidad me parece más cuestionable, pero incluso admisible. Lo que no puedo dejar pasar sin crítica, es el asunto del Plan Nacional de Desarrollo y que unos pocos burócratas decidan qué es lo que debe estudiar cada individuo. Es un elemento de gravedad extrema y de consecuencias predeciblemente lamentables. En Cuba hay muchos más médicos por habitante que en Dinamarca: ¿Están mal atendidos los daneses, o será quela eficiencia de la planificación cubana es deplorable y desperdicia recursos que en condiciones de libre mercado habrían distribuido el conocimiento de una forma mucho más eficaz y en libertad?

Amigo mesha, mi recomendación es que intentes formarte en pensamiento crítico y ejerzas sentido común: esto te permitirá discernir entre lo qué necesitas saber y lo que te intentan endosar con calzador. Defiende tu individualismo y el derecho a decidir tú mismo sin que otros decidan por tí. Gracias por ambos comentarios.

José María León Cabrera dijo...

Juan,

Lo que pasa con el tema de los derechos es que la gente no entiende que ellos tienen correspondientes obligaciones y, además, que aceptar la consecuencia de su conducta. Es lo que pasa ahora con los depositantes del Notario Cabrera, que quieren cobrar un dinero que ellos sabían se producía fraudulentamente.... y creen que el Estado es quien les debe pagar. Entonces, cuando el Estado pone más impuestos= malo; pero para recuperar lo que perdí en el chulco binguero= ideal.

Sobre la educación, como dije, el tema es demasiado complejo para resumirlo en un comentario y no voy a entrar en polémicas sobre un punto en que me pareces tienes bastante de acierto, pero para la que no aportas -porque es sumamente complicado- una forma de aplicación que no caiga en la inacción y resuerva la demagogia el lirismo y el utopismo constitucional.

Tampoco es que la pida, por las razones evidentes que expongo.

Por cierto, Cuba y y Dinamarca tal vez tengan los médicos suficientes o de sobra -en un caso o en otro- pero su gente está sana y atendida.

Acá, por el contrario, en nuestro paisito recetado por el neoliberalismo -no entremos en la discusión de nuevo, jaja- la gente sigue enfermándose y muriendo por motivos que podían ser evitados, los niños desnutridos y analfabetos.

Juan Montalvo dijo...

No vamos a tener necesidad de discutir el asunto del neoliberalismo, porque en el próximo post, a más tardar el miércoles, voy a dar por zanjada esa discusión de forma satisfactoria para todos. ;D

F dijo...

A mi no me preocupa lo del pensum porque aquello es sólo una consecuencia de la educación pública, ser la cátedra de la religión estatal.

Me preocupa la educación pública per sé, o más bien su ampliación. Más cuando cada colegio público cuesta en promedio lo mismo que el colegio más caro y pelucón.

F dijo...

Por cierto, como hago para volver archivo de audio un texto??. Te lo agradecería mucho.

Juan Montalvo dijo...

Amigo Fabricio, te recomiendo que busques en youtube (ej.: http://www.youtube.com/watch?v=YUojjzrkCJY&feature=related) y sigue las instrucciones. Que lo disfrutes.

El programa que yo uso de llama speak Aloud, con voces Loquendo, pero el más popular es el Textaloud.

José María León Cabrera dijo...

si usas mac, el programa se llama ghostreader.
y las voces son de cepstral.

JM

Gabo Arboleda dijo...

Con la constitución aprobada mañana el gobierno decidirá que carreras son más importantes y cerrará cupos para las carreras que elijamos los jóvenes. Se dirá que ser biologo ecologista es más importante que ser petolero o minero y se impedirá que ingeniería de petróleos y minas en el número suficiente de lo que demanda el mercado. La constitución no solo es autoritaria sino también destructora de oportunidades de empleo

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