ELEVANDO EL NIVEL DEL DEBATE

Modelo Correísta de Debate para solucionar diferencias

El mandamucho de las blusas bordadas pidió el sábado pasado, como en algunas ocasiones anteriores, que se elevara el nivel de debate, qué él no se creía la gran cosa (jajajaja, perdón), pero que ante la mediocridad reinante ya casi le daban ganas de ponerse a llorar.

Quería tomar el guante lanzado y escribir un post sobre liberalismo a nivel teórico, haciendo hincapié en el valor de la libertad y el respeto al prójimo como motor de la sociedad. Quería resaltar las muchas incongruencias hipócritas de los que enarbolan banderas de democracia socialista, entendiéndola como un sistema en que los ciudadanos son considerados adultos responsables, inteligentes y capaces para elegir a los gobernantes, pero unos bebés inconscientes descerebrados e ineptos a la hora de manejar sus propias vidas.

Tenía el firme propósito de demostrar que los Ecuatorianos que dieron su voto por el Correísmo, consciente o inconscientemente, en realidad estaban votando por trabajar para alimentar más burocracia. Que hemos pasado de un Estado que en el 2005 ocupaba el 17% del producto interno bruto para mantenerse a uno que ahora roza el 30%. Que eso significa que cada uno de los ecuatorianos trabajamos 4 meses al año, sólo y exclusivamente para mantener el Estado. Piénsenlo bien: Enero, Febrero, Marzo y Abril, todos y cada uno de los días que trabajaron esos meses, todos esos esfuerzos y sacrificios no eran para Uds sino para poder pagar el avión del presidente, las Campañas de Vinicio, los Congresillos que miran para otro lado, los contratos de Fabricio y la larguísima noche de farra del círculo rosado de Carondelet. En una semana de 5 días laborables, todo el malhumor por madrugar y salir a parar la olla cada Lunes, y la mitad de cada Martes, se lo damos a Correa para que él decida qué hacer, y luego tenga el descaro de restregarnos en la cara que es nuestro mandatario, aunque a veces se le escape decir que en realidad él es el Jefe de todo.

Deseaba haber discutido la reforma fiscal donde quiere abombar con el impuesto mínimo (¿mínimo?) adicional a las Empresas formales, dizque porque usan servicios como el Judicial, que nos cuesta mantenerlo a todos los Ecuatorianos. Anhelaba explicarle que esas Empresas son parte de todos los Ecuatorianos y que también pagan impuestos, además de generar empleos mientras resuelven necesidades y deseos de otros ecuatorianos con sus productos y servicios. Aspiraba a debatir que si lo que le preocupa es que se pague por los servicios públicos, que ponga encima de la mesa el debate y que por esa misma regla, deberíamos entonces exigir que usuarios, como las madres que reclaman pensiones alimenticias o los trabajadores con demandas laborales, paguen su impuesto mínimo, y que los que no hagan nunca uso de las cortes que reciban un bono por el ahorro que le hacen al Estado resolviendo, siempre que sea civilizadamente, sus discrepancias extrajudicialmente.

Volvería a poner en debate como el resto del país debería agradecerle a los Guayasenses por haber elegido un modelo de peaje a la hora de construir sus carreteras, las mejores del Ecuador, sin que le cuesten nada al resto de los Ecuatorianos que decidan, muy a nuestro pesar y para su propia pérdida, nunca visitar esta hermosa geografía y gracias a ello el Estado haya dispuesto de recursos para invertir fuera del Guayas y así financiar puentes y carreteros en lugares remotos por los que quien sabe si alguna vez pasará un Guayasense.

Ambicionaba poner de manifiesto el disgusto que produce escuchar al Presidente decir que el uso de los fondos de reserva debe estar sujeto a la libertad para elegir del trabajador (cosa que aplaudo), mientras se sigue abogando por el monopolio del IESS financiado con ahorro, ya no libre sino obligatorio, del afiliado, sólo y exclusivamente para que, cómo en las más infectas y apestosas épocas de la partidocracia, el Gobierno de turno pueda abusar de esos ahorros como caja chica cada vez que el despilfarro deje malheridas las cuentas fiscales.

Me había encaprichado con la posibilidad de alinearme con el sátrapa de Carondelet en los reclamos a Colombia por el caso Angostura indicándole que dicho esfuerzo diplomático tendría mucha más fuerza ética y moral si fuese acompañado de una denuncia idéntica en contra del Mono Jojoy, Timochenko y el resto de los apestosos torturadores asesinos de las FARC por idénticos crímenes de violación de soberanía y lesa humanidad, y así defender el honor de tantos compatriotas asesinados y secuestrados por esa piara de puercos terroristas.

Todo aquello tenía maquinado en mi mente, cuando se cruzaron en mi camino las declaraciones de una tal Patricia Rodas, ex canciller del gobierno encabezado por el delincuente Mel Zelaya, pidiendo encarecidamente al Gobierno de Obama que retire las ayudas económicas y someta a un bloqueo salvaje a Honduras, para acto seguido acusar al Gobierno constitucional de Micheletti de no preocuparse por los efectos que un bloqueo semejante tendría en los pobres de su patria. ¿Se puede ser más hipócrita? ¿En qué beneficiaria a esos pobres que los Estados Unidos retirase cualquier ayuda económica que Honduras esté recibiendo? La ambición desmesurada por retornar al poder político de estos aduladores del Castrochavismo es tan brutal y asqueante que no dudan en solicitar medidas que sólo pueden traer sufrimiento y penurias para muchos de sus compatriotas.

Ante esta infamia, comprenderán, amigos lectores, que deje parqueados el resto de los temas y denuncie el aberrante doble discurso de unos delincuentes que parecen, con la complicidad de adefesiosos intervencionistas, haber convencido al mundo de ser las víctimas en un crimen del que son los principales culpables.

Blogalaxia Tags: Correa Chávez Zelaya Honduras Ecuador Liberalismo Fondos de ReservaDebate Socialismo