martes, 18 de julio de 2006

La gente se va dando cuenta

Publicidad engañosa. Ese debe ser uno de los nombres más cercanos para describir lo que está haciendo el candidato de la soberbia y la arrogancia, en su desmedida obsesión por ser el Mesías, el salvador, la única salida y pastor de todos los ecuatorianos.Se vende como un ser superior, que ostenta la verdad absoluta, ahora mira hacia el infinito y usurpa un icono muy posicionado para equiparar sus ideas con una revolución. La apropiación (¿indebida?) de la iconografía cheguevarista pretende denotar un luchador amigo, guerrillero incansable y superhombre, haciendo suya la herencia del mito que ha creado el aparato de comunicación de Fidel Castro para el personaje del Che Guevara en Cuba.
Las voces, de ambos lados del espectro político, que denuncian su arrogancia, su soberbia y su intolerancia se multiplican cada día. Sus colaboradores dan muestras de prácticas no tan democráticas cuando, desconociendo que los cimientos de su aventura deberían asentarse en la diversidad, la tolerancia y la aceptación, propone liquidar a un segmento de la población con prácticas distintas a las suyas, forzando un comunicado público por parte de Correa en el que no precisamente se disculpa. ¿Estamos ante un personaje testarudo que jamás se disculpará, jamás aceptará errores y jamás rectificará?Cada aparición del candidato, en cada radio, en cada discurso, en cada entrevista, en cada canal de televisión, su actitud de omnisciencia y desfachatada prepotencia asusta y es cada vez leída por más gente como una bandera roja, algo que debería hacernos reflexionar.La polarización que causa la presencia de Correa no es precisamente lo que necesita un país como el nuestro, que ahora debe empezar a buscar puntos de coincidencia, en medio del sentido común, y no simplemente escuchar y acatar las ideas de quien demuestra con todas sus actitudes, desde su postura y su lenguaje corporal hasta sus burlas y ridiculizaciones de sus adversarios, una clara falta de respeto y una gravísima intolerancia por otras opiniones, que de hecho es la base de la democracia que dice defender.Ahora se cree el Che Guevara, su obsesión mesiánica no tiene límites y hay muchos ecuatorianos que le hacen caso y que se hacen eco de sus palabras y de sus ideas, aunque éstas nos quieran llevar de regreso a caducos pensamientos de los 60s y 70s, ya largamente superados por países que abandonan la pobreza mientras acá la reproducimos.Pero la manipulación de imágenes, códigos e iconos no va a durar para siempre. Correa tiene tres meses para convencernos de que le creamos, pero las voces que leen sus motivos ocultos nos multiplicamos y no tenemos miedo de hacerle frente a sus prepotentes desvaríos, y tenemos los mismos tres meses para decirle al pueblo del Ecuador que no necesitamos un Mesías, sino un líder, y que Correa no es ninguno de los dos.

PUBLICADO EN: http://www.cambiemosecuador.com/2006/07/la_gente_se_va_.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desde Venezuela los apoyamos, no desmayen ustedes aún no han visto nada.. por favor luchen, luchen, luchen, véanse en nuestro espejo...
Cuenten con nuestro apoyo, No al comunismo, No a la censura...
Viva la libertad de expresión!!! Viva Ecuador!! Viva Venezuela!!

¡¡Saludos!! y seguimos en la lucha!!

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