PASTILLAZO # 5: EL CAZADOR, EL OSO Y EL KANGURO NAVIDEÑO

Foto de "La Monse" guapeada: nuestro adorable Batracio Ladilloso

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Un columnista Español definió al cybertroll como Psicópata Bloguero y lo describió en los siguientes términos:

“Un psicópata bloguero es el que entra y se aposenta –a veces hasta trata de robar– en un blog para humillar, insultar o aburrir a los que lo ocupan. Le da igual lo que sientan, porque él no siente, salvo una especie de motor de odio destructivo que sólo tras cumplir su propósito se hará autodestructivo. Le da igual pasar horas y horas en una tarea aburrida, sórdida, de asechanzas y trampas, porque extrae su placer precisamente su insensibilidad hacia los que trata. [...]

El Psicópata Bloguero (PB) es sólo una variante del psicópata común, pero lo vamos a ver mucho, sólo o en compañía de otros, boicoteando los sitios ajenos porque no tiene sitios propios. [...]

No se le verá nunca compartiendo un blog de gente que piense como él, porque él no piensa, sólo niega el pensamiento y el derecho a pensar de los demás.”

Ecuador Sin Censura, como cualquier blog que se precie, recibe visitas de estos cyberamargados: cánidos salivantes, de baba espesa y pestilente, que con sus comentarios evidencian la Estupidez que corresponde a su encefalograma plano. A pesar de la tristeza que provoca su autoimpuesto escarnio, no se amilanan: voluntariosos, repiten y repiten, insisten en su afán de mosca cojonera con particular ahínco. Su persistencia recuerda a la historia del Cazador y el Oso que ahora reproduzco.

Un cazador avanzaba por el bosque cuando, a lo lejos, observa la presencia de un uso. Entusiasmado con la posibilidad de cobrar tan magna pieza cinegética su corazón comienza a palpitar con fuerza. Se agazapa, cuadra su objetivo pero en el momento de hacer el disparo, tropieza y falla. El oso se gira, lo ve y se abalanza violento contra el indefenso cazador que a duras penas alcanza a ubicarse en posición fetal a esperar, horrorizado, una muerte cierta. El oso, sin embargo, con un certero zarpazo, arranca las vestimentas del cazador y se lo culéa.


Humillado pero vivo, el cazador regresa a su cabaña. Una vez recuperado del dolor, lleno de ira, el cazador regresa al bosque, armado hasta los dientes. "Maldito oso, nadie se burla de mí". No había pasado una hora de búsqueda cuando, de nuevo, a unos 50 metros, encuentra al oso rascándose la espalda contra el tronco de un abeto. Apunta su arma, pero el sudor de la frente le nubla la vista y su disparo, una vez más, falla. El oso, como la vez anterior, se vuelve contra el cazador y, con particular fiereza, lo sodomiza. Quince días demoró la recuperación del cazador. No obstante, el día 16, con ojos enrojecidos, el cazador regresa al bosque. Esta vez opta por camuflarse entre la hojarasca y esperar pacientemente, a que el oso acuda a una trampa preparada con bayas y miel. Pasan un par de horas cuando el cazador percibe unos golpecitos en la espalda.


"Ay, piratón, piratón: Tú cómo que no has venido a cazar hoy, ¿verdad?" Le dijo el oso...

Y como estamos en navidad, les dejo con la versión Australiano-Navideña de la Historia del Cazador.

Nota: No he podido integrar subtítulos al video,pero les obsequio una traducción del texto, para todos aquellos que no manejan con soltura la lengua de Shakespeare:

The christmas kangaroo - Watch more Free Videos

Hugh Jackman: Navidad... Es un momento feliz del año, la Navidad, con millones de personas celebrando de muy diversas formas. Aquí en América, a los niños los visita Santa Claus, un gordo mágico del polo norte que se desliza por chimeneas, dejando regalos bajo un arbolito. Pero en Australia, de dónde soy, nos visitaba el Kanguro Navideño, que traía regalos para niños y niñas. Sin embargo, el Kanguro Navideño no sólo te “daba” los regalos.

Hugh Jackman (voz en off: V/O): Verán, los Australianos somos una panda de tipos duros y est kanguro vivía con un código. Tu papá tenía que pelear con él a cambio de los regalos.
A veces la pelea se volvía desagradable…. Pero cuando tu papá ganaba, tenías todo lo que querías.
Hugh Jackman: La Navidad era mi época del año favorita. Siempre esperaba ansioso el retorno del Kanguro navideño. Pero… cuando tenía 12 años, la tragediá llegó. Mi padre perdió la pelea.

Hugh Jackman (voz en off: V/O): Cuando ganaba el kanguro, él decidía lo que pasaba con el padre derrotado. Muy amenudo eso significaba que no tendríamos regalos… y mi padre era sodomizado…

Hugh Jackman: Fueron tiempos duros en el hogar de los Jackman. Pensé que las cosas mejorarían al añó siguiente, pero no. Mi padre terminó perdiendo 4 años seguidos. Fue horrible. Con el tiempo, me pregunté si realmente mi padre ponía empeño en ganar.

Padre: Mierda. Parece que tu ganas. De nuevo. Niños, vayan y traiganle un Whisky con Soda.

Hugh Jackman: Seguro, el kanguro nos daba regalos… pero me sentía sucio al aceptarlos. Parecía un precio demasiado alto por un chalequito de lana. Afortunadamente, cuando cumplí 17, después de una racha de victorias de 5 años, el Kanguro perdió.

Papá: Hola, “Pecas”. No-o-o-o-o!!! Mataste a “Pecas”… digo... Sí-i-i por fín se acabó…

Hugh Jackman: Y así es como el reino del terror del Kanguro Navideñó llegó a su fin. Es cierto: los niños y niñas de Australia puede que no reciban juguetes, pero les libra del horror de ver a un marsupial gigantesco poniendo a su viejo “mirando a la meca". Y ¿no es ese el verdadero propósito de la Navidad? Felices Fiestas a Todos!!!

Nota: A partir de las 0h00 de mañana Martes 16/12/08 esperen novedades sobre este tema.

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