martes, 22 de julio de 2008

EL EXTRAÑO CONSULTORIO DEL DR. RAFAEL CORREA

Debería haber sospechado algo al ver el póster de Hugo con Evo....

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Antes que nada, debo aclarar que la naturaleza fue generosa conmigo y me regaló una genética robusta y resistente que me ha permitido, hasta ahora, llevar una vida licenciosa llena de vicios y excesos exentos de privaciones. Desconozco lo que es una dieta, no me canso de fumar, no existe licor en el mundo que no haya catado y, en lo tocante al sexo: mucho, pues considero que la cantidad es la única garantía de encontrar calidad.

Con semejante currículum a mis espaldas, no me sorprendió cuando el Dr. Freeman, un reputado hepatólogo, me advirtió que mi hígado daba muestras de fatiga terminal y debía plantearme el trasplante como algo inevitable en mi futuro a corto plazo. Después de varios análisis, dictaminó que, lo mejor sería que aplicara una dieta rigurosa y blanda, sin grasas ni dulces, prácticamente alimentándome de ligerísimos caldos vegetales, y, aún estos, con moderación. Me recetó un sinfín de pastillas y, a pesar que dejó un resquicio a la esperanza, me instó a que me fuese preparando mentalmente para admitir la idea del trasplante.

Compungido, apesadumbrado y entristecido, salí del consultorio del Dr. Freeman. Me disponía a regresar a mi domicilio, cuando mi espíritu guerrero y positivo, me hizo cuestionar el diagnóstico del Dr. Y buscar una segunda opinión. Había escuchado hablar del Dr. Belt, un médico joven, idealista y carismático, que estaba ganando clientela a marchas forzadas. No fue sencillo conseguir cita, pero mis legendarios encantos encandilaron lo suficiente a Aminta, la enfermera/secretaria del Dr. Belt, para que ubicara un hueco en la apretada agenda del buen profesional de la medicina. Su impresionante diploma de la Universidad de Illinois presidía, junto a uno algo menos lustroso de la Universidad de Lovaina en Bélgica, la pared principal del consultorio.

Al principio, el estilo apelotonado y poco consultivo del Dr. me inspiró cierta desconfianza, pero su brillante locuacidad opacó mis dudas vespertinas. Hablaba y hablaba mientras revisaba atropelladamente mi historial.

“¡Ajá! ¡Aquí está! ¿Ud. viene del consultorio del Dr. Freeman, verdad?”

“Pues, si…”

“No me diga más. Ese matasanos sigue la corriente maldita del neobiologismo gringo que, como todo el mundo sabe, es la culpable de los males hepáticos que sufre el país. Todos sus problemas son culpa del Dr. Freeman y su bobodietismo que daña hasta el hígado del más pintado. Ya estamos preparando un nuevo directorio en la Asamblea del Colegio de Médicos para desterrar para siempre a esos traidores a la profesión."

Quise explicarle que, para ser sinceros, yo nunca había usado las recomendaciones y recetas del Dr. Freeman, pero no me dio chance a interrumpir su acalorado monólogo.

“Ud. no se preocupe. Yo tengo la solución a su problema. De momento incremente la dosis diaria de tocino, embutidos de chancho y res, guatita, casquería en general, salchicha seca y en caldo, cambie el aceite de oliva por mantequilla derretida o manteca de cerdo, y no olvide incrementar su ingesta de natas, cremas, chocolates, bollería industrial, e hidratos…¡ah!, y huevos, no se olvide de ingerir muchos huevos, no vayamos a quedarnos cortos de colesterol. En cuanto al alcohol, su problema reside en su desprecio por lo nacional. A partir de hoy, eso cambia: prepare varios litros de este coctel a base de pájaro azul guarandeño, puro de gallina ambateño, chicha de jora (asegúrese que es de la masticada en boca y no de la machacada en mortero), zhumir y trópico seco. Una jarra en ayunas, y otra con cada ingesta de comida. No se olvide de rematarlo todo con café, mucho café, algunos helados, quesos grasos y buenos habanos.”

¡Guau! Este es el Dr. que necesito. Alguien con ideas revolucionarias respaldadas por un título académico de los Estados Unidos, me dije, y con renovado optimismo me puse en sus manos.

Después de unos días donde el subidón de azúcar y la alegría que produce el exceso me mantuvieron dopado en una euforia permanente, empecé a sentir algunas molestias, seguidas de vómitos, mientras mi piel iba adquiriendo un alarmante tono mostaza. Un buen amigo decidió llevarme a hacer unos exámenes independientes a un conocido laboratorio. Los resultados eran desastrosos. Inmediatamente acudí donde el Dr. Belt.

“Estas son las mentiras típicas de los laboratorios auspiciados por el Dr. Freeman que sólo quieren basarse en estúpidos datos estadísticos. ¿Quién le ha dicho a Ud. que el colesterol por encima de 500 es malo? Eso son habladurías, además no todo es colesterol o triglicéridos, la salud de un ser humano debe medirse en términos de felicidad mental y placer, que son los verdaderos índices de salud… En cualquier caso, veo que hemos llegado muy tarde y todas las malas prácticas a las que le sometió el Dr. Freeman han hecho imposible mi labor de rescate del hígado. Intenté recuperarlo con toda mi buena intención, pero ese bribón y sus dietas habían causado daños irreparables. Sólo queda el trasplante. Pero no se preocupe. Tengo una herramienta infalible ideal para este tipo de cirugías. Cortamos el abdomen con una sierra…”

“¿Una sierra? Pero Dr., estoy seguro que he leído que eso se había dejado de usar ya porque destroza las células epiteliales impidiendo la cicatrización, y el paciente termina muriendo desangrado.”

“¡Embustes!”- me interrumpió molesto- “¡Esas son majaderías inventadas por los neobiologistas! Por idiotas como Ud. que se dedican a repetirlas es que hemos llegado a la crisis hepática que tenemos hoy… Además, los casos que no funcionaron en el pasado ocurrieron porque la herramienta no estaba modernizada. La que yo uso es esta sierra del SIGLO XXI. Tiene un motor de gasolina, venezolana por cierto, de más de 100 caballos…”

Un chirriante ruido, ronco y decibélico, inundó el consultorio cuando el Dr. Belt arrancó, de un certero cadenazo, la sierra motorizada que todavía conservaba restos de sangre en su filo. En hábil maniobra, la alzó orgulloso y altivo, mientras, sin apenas disimular su sadismo en una mirada hasta entonces sólo vista en el Lorenzo Ponce, gritaba en voz alta: “¡Socialismo o Muerte!, Sr. Ecuador. ¡Hasta la victoria siempre, compañero!”


17 comentarios:

Saulo Ariel dijo...

Saludos don Juanito.
Espero que el relato solamente termine siendo un cuento. Pero que digo ingenuo de mí. Acaso no estamos siendo víctimas de las recetas y tratamientos desquiciados de los especialistas en el arte expedito de gastar cuero de silla.
Pero el problema va más allá, la realidad es cruda y literal, quienes hemos tenido la desgracia de enfermarmos hemos sido testigos en carne propia de las irresponsabilidades criminales de tanto falso medicucho.
Ahh, terrible caer en manos de doctores de la calaña moral e intelectual como el mencionado en tu relato.

Por otro lado permiteme que te haga una consulta:
Tú que eres guayaco debes saber. Hace algún tiempo me contaban un supuesto. Me decían que a raíz de la invasión peruana en la década del 40, hubieron guayaquileños que sacaron banderas peruanas, en una manera poco elegante de saludar a las victoriosa tropas invasoras. ¿Realmente pasó? ¿Conoces algo al respecto?

Juan Montalvo dijo...

Amigo Saulo,

Gracias por adjetivarme como guayaco, porque sinceramente así me siento, a pesar de que mis ojos no despertaron a la vida con la luz de la perla del pacífico.

Lo que mencionas suena a leyenda urbana pero sería posible contrastarlo en hemerotecas de medios gráficos de la época. En cualquier caso, de ser cierto, dudo que se tratara de verdaderos guayaquileños, aquellos que lo somos de corazón sabemos el profundo orgullo ecuatoriano de nuestra ciudad, que jamás se vendería a invasor alguno.

En cuanto disponga del tiempo necesario, haré las oportunas averigüaciones.

Carlos dijo...

Excelente!

jajaja, que raro no recetó consumir Ron Cacique ni arepas venezolanas!

Anónimo dijo...

En una entrada anterior comente acerca de un planton que se iba a realizar a favor del no a esta nueva constitucion.
Bueno les cuento que si bien no hubo miles de personas, las que estuvieron realmente tuvieron un animo increible. Aunque la mayoria eramos jovenes universitarios tambien habian personas de todas las edades (incluso hasta una señora bastante mayor en silla de ruedas!) tambien en Quito quedo muy chevere, asi que les avisare las proximas fechas en caso de que se unan a la lucha!!

Endivio Roquefort I dijo...

Genial. Probablemente me robaré algo de esto.

José María León Cabrera dijo...

Juan,

Está bastante divertido el relato, me he reído. Yo, claro, no soy tan radical en crítica. Mañana salgo de viaje, me voy a ver con mis propios ojos una realidad que la propaganda política de lado y lado creo que nos ha escamoteado. A propósito de mi http://imputacionpolitica.blogspot.com/2008/03/cuba-despus-de-fidel.html.

Saludos,

JM

Juan Montalvo dijo...

Estimado Endivio,

Como es de tu conocimiento, el Emperador no roba, sólo confisca por el bien del Imperio, así que usa los contenidos del blog, que por otro lado son total y absolutamente públicos, a tu libre albedrío. Sólo te pido que sigas manteniendo viva y abierta la estupenda república del balcón peregrino.

Gracias por el comentario

Juan Montalvo dijo...

Amigo José maría,

Cuidad no dejes enterrado tu corazón cuando salgas de la isla. Te recomiendo un librito, en particular un capítulo de ese librito que podrás encontrar en este link para descargarlo:

http://66.240.239.19/1/1/7/11761.ZIP

Es posible que lo conozcas: lo escribieron tres genios con apellidos Apuleyo, Vargas y Montaner. Enjoy.

P.S. Espero con impaciencia tu reporte de actividades e impresiones de primera mano.

Mariella M dijo...

Excelente manera de reflejar lo que viven en estos momentos...
Te felicito
Un abrazo

Libertario dijo...

Excelente Juan Montalvo, será que así con cuentitos o paradojas el correista promedio entiende en el relajo que nos estamos metiendo borregilmente?

Saludos.

Juan Montalvo dijo...

Amigo Libertario,

Sinceramente no lo sé. Es un método antiguo de formar en valores (recordemos a Esopo, los mitos griegos o romanos, el teatro de Shakespeare...). Lo que si creo es que no lograremos cambiar criterios que se adquirieron irracionalmente, usando la razón. Como las idioteces que rigen el pensamiento oficialista no pueden ser fruto de la razón, si queremos que se modifiquen va siendo hora de darle una oportunidad a la fábula, que , además es mucho más entretenida.

Gracias por tu visita.

Juan Montalvo dijo...

Amiga mariella m,

La gente no sabe bien lo que es el socialismo y lo confunde con humanismo. Si a eso le añadimos que, además, el socialismo les proporciona una excusa para librarse de responsabilidades sobre sus destinos, lo acogen con entusiasmo. Espero que esta metáfora le sirva a alguno para desenmascarar la Sierra que nos propone el Dr. Correa.

Gracias por tu visita

LJ dijo...

Buena suerte en tu viaje Carlos. Y a propósito de Cuba, acabo de recordar lo que un buen amigo Cubano (quien dejó la isla hace unos escasos 3 años) me dijo: "Oye chica, uno en Cuba vive como el perro. Eso sí, educado y sano, pero como perro al fin y al cabo".

¡Excelente metáfora Juan! Si tu objetivo era hacerme escupir el té déjame decirte que ¡lo lograste! ¡Sigue con el buen trabajo!

Juan Montalvo dijo...

Amiga LJ,
Pues no era ese mi objetivo, sino que otros escupieran sapos y culebras... En fin.

A ver si este cachito tiene el mismo efecto:

Dicen que llega el mastro de una escuela cubana y mostrando una foto de George W. Bush les dice a los alumnos:

"Miradlo bien. Ya tu sabes, chico... Este es el culpable de todos nuestros males. Este es el que tiene muerta de hambre a la Isla. Este es el que hace que nuestras hermanas tengan que prostituirse por un plato de comida. Este cabrón Es el causante de nuestras desdichas..."

Y le dice un alumno a otro:

"Coño... que foto tan mala. ¡Casi no se le reconoce sin la barba y el puro, chico!"

Cosa mas grande....

Saludos

Gabo Arboleda dijo...

jajaja que bueno el chiste último, pero aparte de chiste. Que grave lo que sucede en el país, se suceden las amnistías a funcionarios deshonestos, a ecologistas y montoneros que agredieron a mineros o que incendiaron instalaciones. Mientras tanto los mineros siguen comiéndose la camisa, empobreciéndose y teniendo que migrar.

Anónimo dijo...

Pues si creo que la fábula es una de las mejores herramientas para hacer entrar en razón a la gente correísta del promedio para abajo (que son como sabemos la inmensa mayoría).

Como muestra, esta cadena que está circulando desde esta semana, generó más de 20 respuestas positivas al NO entre gente correísta, todos jóvenes de entre 20-25 años.

No soy partidaria de circular textos que pudiesen herir la vida íntima de las personas (sobre todo si no son información verificable), así que no lo circulé entre mis contactos, pero pude apreciar la reacción que estos escritos pueden causar cuando se tocan ciertas fibras...

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"SOY PELUCON Y LOS INVITO A SERLO"
POR: Carlos Miguel González

Desde hace mas de un año, en que Rafael Correa Delgado llego a
ocupar Carondelet, se ha pasado
llamandonos a los GUAYAQUILEÑOS con el sobrenombre de
PELUCONES, intentando convertirlo en un apodo peyorativo, yo creo que ya es hora de que los
GUAYAQUILEÑOS aceptemos que somos PELUCONES y lo tomemos con mucho orgullo.

Orgullosamente yo me considero un PELUCON, a pesar de no tener
un Mercedes Benz, ni un BMW, ni
siquiera tengo un Lada, pero tengo la mejor herencia que mis
padres pudieron darme, y eso es lo que hace que yo me considere
PELUCON; no tengo un padre MULA DEL NARCOTRAFICO ni mi madre
tuvo un ARROPADO de dudosa calidad moral, por lo tanto
orgullosamente soy un PELUCON.

No soy amigo de terroristas de las FARC, ni soy tirapiedras del MPD, de la UNE, ni Marxista, por eso soy PELUCON.

No soy un ESCRIBIDOR de Montecristi, ni traficante de tierras que preside una de las mesas de la Asamblea, ni tampoco un alzamanos, traidor, asalariado del gobierno, eso me hace un PELUCON.

Estudie en una buena escuela, en un buen colegio y en una buena
universidad de clase media, donde me enseñaron valores eticos y morales, no tengo complejos baratos ni soy un resentido
social, eso me convierte en un orgulloso PELUCON.

Trabajo honradamente para mantenerme, no busco acomodarme en el gobierno ni vendo mi conciencia
por un negociado o por un cargo, por eso soy PELUCON.

No voy por la calle comprando a los pobres con engaños ni
mentiras, ni con 30 dolares para
hacerlos vestir de camisetitas verde moco, ni mucho menos soy
de los Judas que se dejan comprar
por 30 dolares por un par de hermanos fariseos, eso me hace un
PELUCON.

No he traicionado a mi ciudad ni a mi provincia promoviendo un
desmembramiento infame, por el
contrario quiero a mi ciudad y a mi provincia y las defiendo de
cualquier tirano dictador que
intente hacerle algun daño, la insulte o la atropelle, por eso
soy PELUCON.

Por estas pocas razones y por muchas mas que pudiese enumerar o
que ustedes pudiesen darme,
invito a todos los GUAYAQUILEÑOS de nacimiento y de corazon, asi como a todos los ecuatorianos
honestos, hijos y nietos de gente decente, a todos los trabajadores honrados de mi pais, a que se consideren a si mismos PELUCONES, de ahora en adelante demostremos nuestro orgullo de serlo, porque nuestros padres y abuelos nos enseñaron a ser decentes, porque ni nuestros padres ni nuestros abuelos fueron MULAS, ni nuestras madres ni nuestras abuelas tuvieron un ARROPADO de dudosa calidad moral.

De ahora en adelante cada vez que alguien que no tenga la calidad moral para ser PELUCON nos llame de esa manera, agradezcamoslo, porque nosotros si podemos serlo, mientras que otros por mas dinero que acumulen nunca llegaran a ser PELUCONES.

Carlos Miguel González

'DESGRACIADO DEL PUEBLO DONDE LOS JOVENES SON HUMILDES CON EL TIRANO, DONDE LOS ESTUDIANTES NO HACEN TEMBLAR AL MUNDO'

JUAN MONLTALVO

'GUAYAQUILEÑOS, PUEBLO DE VALIENTES, SED TAMBIEN PUEBLO DE EXPERIMENTADOS, DE AVISADOS. LOS PUEBLOS TORPES SON TAN DESPRECIABLES COMO LOS COBARDES. VOSOTROS, GUAYAQUILEÑOS, QUE NO SOIS TORPES NI COBARDES, HACED DE MODO QUE VUESTRA OBRA SEA DIGNA DE UN PUEBLO SABIO'.

JUAN MONLTALVO

'Existe una fuerza motriz mas poderosa que: El Vapor, La Electricidad la Energia Combustible, y la Energía Atómica:

*** LA VOLUNTAD' ***

guayaquil@es-inpendiente.com

LJ dijo...

Buenísimo ese cachito Juan Montalvo! Jajajaja! Otro, otro otro! o como dirían en la tele: Colorado! Colorado! Jajaja.

Elle, ese mensaje es muy bueno, y en mi opinión a pesar de ser "fuerte", más válido no podría ser. Hoy por hoy, la palabra pelucón ha cambiado de significado, pues pelucón (en mi humilde opinión) ya no es "aquel que posee grandes fortunas", más bien es "aquella persona que no se come los cuentos del dictador de camisas horrorosas".

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