lunes, 10 de mayo de 2010

ECUADOR AL RESCATE DE GRECIA


Monumento al Estado protector: sin brazo derecho,
honrando el nuevo Socialismo...
El niño representa al pueblo desvalido, la castración es un tema misterioso...

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Nunca pensé que el tema de la quiebra técnica de Grecia despertara interés alguno en nuestro querido Ecuador. Qué equivocado estaba. El pasado fin de semana, día de la Madre, para mi sorpresa, no menos de 7 personas, solicitaron mi opinión sobre la debacle helénica. Casi todos demostraron una preocupación genuina por si los supuestos problemas de Grecia con el Euro podrían ser similares a los artificiales problemas de Ecuador con el dólar.

No soy ningún experto en la historia reciente de Grecia y así se lo hice notar a todos y cada uno de los que buscaron mi parecer. Ninguno desistió, sin embargo, de conocer mi criterio. Uno de ellos me explicó que prefería el filtro de mi pensamiento al respecto, en lugar del de los medios nacionales e internacionales, que sólo ofrecían confusión y sectarismo ignorante.

Orgulloso de contar con la amistad de escépticos con opiniones tan respetables y certeras, procedí con mi comentario, rebatiendo algunas de las opiniones erradas más populares acerca de la crisis Griega:

OPINIÓN ERRADA 1: LA CULPABLE DE LA CRISIS ES LA DEUDA EXTERNA
Esta explicación está muy fashion en nuestro medio Latinoamericano. La hemos usado en múltiples ocasiones para justificar nuestros propios desastres (Ricardo Arjona, en una de sus mediocres tonadillas cantaba aquello de que "la deuda externa nos robó la primavera") cómo si recibir dinero, en lugar del uso o abuso que se hizo del mismo, fuera el problema.

Desde el año 2001, Grecia, con muy buen criterio, abandonó el Dracma para adoptar el Euro como moneda de curso legal. Esto trajo estabilidad y, con ella, inversión.

Como el ahorro interno no era suficiente, los Griegos, apoyados en la estabilidad del Euro, buscaron endeudamiento externo para financiar sus inversiones privadas. El sector público, por desgracia, en lugar de desarrollarse proporcionalmente, de acuerdo a los resultados del crecimiento económico que resultara de dichas inversiones privadas, decidió engordar anticipadamente, incrementando su deuda.

Los gobiernos con moneda propia tienen dos maneras de exprimir a sus leales súbditos: la Fiscal (subiendo los impuestos) o la Monetaria (devaluando la moneda). En ambos casos el resultado es el mismo: pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, incremento del poder adquisitivo del Estado en relación a los contribuyentes.

Cuando en un Estado se utiliza, en curso legal, una moneda sobre la cual no tiene control, al estatista convencido sólo le queda la tortura de la vía fiscal, para sangrar al sector productivo. Esta situación pone trompudos a los miembros de las castas que controlan el poder político, porque les obliga a abandonar el consuelo de tontos devaluatorio (con las devaluaciones, todos se empobrecían de forma simultánea y proporcional, notándose menos el descalabro) y ser más imaginativos a la hora de engordar las arcas fiscales.

Cómo las políticas de incremento de impuestos no son muy populares, los Estados han encontrado una forma ingeniosa de subir los impuestos sin perder demasiados votos: la deuda pública.

Usando deuda pública, los Estados se las han ingeniado para financiar su gordura a costilla de generaciones futuras. Los niños y los no natos de hoy, en una suerte de maldición gitana, nacen condenados a asumir la penitencia del pecado de sus padres y abuelos quienes, en un acto de ceguera soberana, se han encargado de elegir, y perdonar con su voto, a ideologías fabricantes de miseria para acomodar sus masoquistas necesidades de gobierno.

Muchos medios de comunicación buscan en el peso de la deuda pública griega al causante de la quiebra técnica del país heleno. pero lo cierto es que dicha deuda no es la causa sino el efecto de su verdadero problema: el peso asfixiante de su adiposo sector público. La deuda es la consecuencia, no el origen.

OPINIÓN ERRADA 2: EL CULPABLE ES EL CAPITALISMO SALVAJE Y/O EL NEOLIBERALISMO
Los idiotas más fanáticos han salido a acusar al capitalismo y a los ricos griegos que no pagan suficientes impuestos como culpables del descalabro del Pireo.

Talibanes del Socialismo indecoroso como la caverna de esperpentos denominada "Rebelion.org", a pesar de reconocer que la casta política griega apesta, insisten en acusar al sector privado de los males de Grecia:

"...PASOK y ND utilizan al Estado como núcleo de su sistema clientelar. Y para que esto se entienda bien, un ejemplo concluyente: Grecia debe ser uno de los pocos países del mundo donde un Gobierno de derecha, de orientación teóricamente neoliberal –como el gestionado por ND, entre 2004 y 2009- es capaz de aumentar, sin pestañear -¡ni sentirlo como contradictorio!- el tamaño del sector público y por ende, del gasto.

En Grecia, PASOK y ND, no solo utilizan el Estado con fines clientelares sino que, a partir de este último, han alumbrado un sector privado parasitario de la Administración Pública, cuyos puntos de interconexión tienden a ser opacos. Ello resulta significativo ya que el sector privado griego no solo es, conceptualmente hablando, una mala copia del público sino que, además depende de este último, prácticamente, a todos los niveles."


Lo cual resulta ciertamente delirante. Aciertan, en principio, en el diagnóstico (un sector público derrochón y clientelista), para luego caer en la estupidez de su propio pensamiento al declarar que el sector privado es parasitario, mala copia, y dependiente, del sector público.

¿De dónde creen estos anormales que salen los recursos del sector público: de debajo de los faldones de Demis Roussos?

El Sector mercantilista arrimado al Estado, como el Estado mismo, es parásito del heroico y, cada vez más, exiguo sector productivo privado, que sufre las consecuencias de mantener a ambos ácaros de la economía. La parasitosis doble que sufre el sector privado productivo es el problema principal de casi todas las economías del mundo. La enfermedad es crónica pero se hace terminal en situaciones cuando el sector público insiste en engordar sin control. El Mercantilismo parasitario es, al igual que la deuda pública, una consecuencia, no el origen de los problemas de Grecia.

OPINIÓN ERRADA 3: LA CULPA ES DE ALEMANIA
En un ataque de delirium tremens, tanto en Rebelion.org, como en otras webs, al grito de ¡Estúpido!, dan un voluntarioso paso al frente y responden ¡Presente!, acusando, sin ruborizarse, al afán exportador y a la austeridad salarial alemana, de la hecatombe Griega. Según estos engendros del pensamiento económico:

"La austeridad de gasto público (iniciada ya con las reformas Schroeder) en Alemania, junto con la falta de crecimiento de los salarios en aquel país, hace que la escasa demanda interna esté imposibilitando el estímulo económico necesario para salir de la crisis. De ahí que los círculos liberales y conservadores que gobiernan en Alemania intenten basar la recuperación económica en el crecimiento de las exportaciones."

Lo que equivale a decir que, con muy buen criterio, los alemanes se ajustan el cinturón salarial sobre salarios ya de por sí muy elevados, se hacen más productivos generando riqueza con productos y servicios a un precio que los ciudadanos del resto del mundo prefieren (de ahí el éxito de sus exportaciones). ¿Cuál es el problema? Los agenciosos defensores del victimismo socialistoide se apresuran en respondernos:

"Por eso que la paradoja que vive Grecia reproduce a escala un fenómeno a nivel europeo y mundial. Alemania es responsable del profundo endeudamiento griego. Desde los años 90 Alemania propagó la política de la reducción de los costos salariales. Esta política de contención de los salarios fue la que condujo a la paradoja de tener sistemáticos superávit comerciales por un lado, y fuertes caídas en la demanda doméstica por otro. En el período 1996-2006, los salarios brutos nominales aumentaron en Alemania un 1%, mientras en el resto de la zona euro lo hicieron al 2,8%.

Una de las razones para comprender este abierto desequilibrio ha sido la búsqueda sistemática de Alemania por abultados saldos positivos en su balanza comercial, olvidando que esto implica forzosamente fuertes saldos negativos para sus vecinos europeos. ¿Qué posibilidades tiene Europa de exigir a Alemania que revalúe su moneda, de tal forma de encarecer los productos alemanes y hacer más competitivos los del resto de Europa? Con el euro, ninguna."


Ahora resulta que los griegos, con su despilfarro de gasto público, su legendario clientelismo, reconocido por los mismos defensores del estatismo atroz, son las víctimas del buen manejo económico y excelente criterio comercial de los malvados Alemanes. Alemania debe "revaluar" su moneda para hacer más competitivos a los ineficientes. De Ripley. De nuevo confundiendo efectos con causas.

OPINIÓN ERRADA 4: LA CULPA ES DEL EURO
Siguiendo con el delirio, nos encontramos con la explicación más extendida para justificar la debacle económica de Grecia: la culpa es de la moneda única Europea que supone una camisa de fuerza imposible y hace que los griegos no puedan competir.

Esta es la opinión que más parece preocuparnos a los Ecuatorianos, porque hay sectores gobiernistas y opositores que utilizan el argumento de la imposibilidad de manejo monetario, para justificar retrocesos económicos. De nuevo confunden causas y efectos.

La moneda única Europea, como el dólar en Ecuador, no es la causa de la falta de competitividad Griega. Si así fuera, los Alemanes, que se manejan en la misma moneda, y tienen salarios superiores, en promedio, a los de los Griegos, tendrían una balanza comercial infame, y no es así. De hecho, de existir una moneda griega, devaluar artificialmente su moneda no haría a los griegos más competitivos, al producir más con los mismos recursos, sino más pobres por decreto.

En realidad, es falso que los Griegos no puedan devaluar al no tener moneda propia. Si quisieran devaluar, los Griegos, como los Ecuatorianos, podrían devaluar su economía sin necesidad de cambiar de moneda: Lo único que tendrían que hacer es decretar una reducción de sueldos, que es lo mismo que devaluar, pero resulta mucho menos digerible desde el punto de vista del marketing político.

Otros países, como aparenta ser el caso de España, que insisten en la rigidez salarial como columna vertebral de supuestas conquistas sociales, purgan su incapacidad de frenar el tamaño del Estado, con desempleo y subempleo, que también equivale a devaluar la moneda pero con consecuencias más dramáticas.

La supuesta falta de competitividad de la economía griega no es consecuencia de la existencia de una moneda común europea (de hecho el tenerla les ha dado estabilidad evitando un corralito a la argentina o un feriado bancario a la Ecuatoriana), es un efecto más, de no combatir las verdaderas causas.

PROBLEMA Y SOLUCIONES
Grecia, con 2 millones menos de habitantes que Ecuador, tiene un PIB 6 veces superior. Esto significa, en principio, que los griegos son 6 veces más productivos que los Ecuatorianos. No parece, por tanto, creíble, que el problema de Grecia sea un problema de productividad.
El problema de Grecia, en mi opinión, es un ejemplo más de estatismo irresponsable en el manejo del sector público.

Ya estás, Juanito, con tu tema antiestatista, me reprocharán algunos. ¿Qué culpa tendré yo que en 1981, cuando Grecia entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea, hoy denominada Unión Europea, su sector público pasara de la grasienta gordura del 55% de la economía a la obesidad mórbida del 70% en el año 89? ¿Acaso he sido yo quien hizo que el Estado griego se endeudara hasta alcanzar el 120% de su PIB?

La consecuencia del lastre estatista se refleja en el problema coyuntural de la falta de liquidez de hoy. Se vienen unos vencimientos de deuda pública que el gobierno del socialista (tan socialista que es el actual presidente de la Internacional Socialista) Papandreou, sacó la calculadora y no le salen las cuentas. O deja de pagar las nóminas de los funcionarios, o no le alcanza para pagar la deuda.

Si Papandreou pidiera consejo a su coideario, Rafael Correa Delgado, visto lo sucedido en nuestro país, le propondría lo siguiente:

"Compañero Yorgos, esto es bien sencillo. Crea una Comisión de Repudio de la Deuda. Vosotros los griegos sois los inventores de la tragedia y el Teatro. Monta una obra con un par de asesores argentinos, que preparen un informe declarando ilegítima la deuda, acusa a un par de ex-presidentes de corrupción y a los acreedores de perversos anatocistas y en algún anfiteatro, con buena acústica, reúne a los más radicales y, siempre con el puño en alto, gritos y vítores continuos, declara que no vas a pagar. Un par de meses después, cuando la deuda esté a precio de gallina apestada, la recompras al 15 o 20% y tan tranquilos..."

Grecia podría hacer eso. De hecho es lo que va a hacer, de ahí el apresuramiento del resto de los países de la Unión Europea en acudir al rescate, no de Grecia, sino de los acreedores, que en su mayoría, son bancos y gestoras de fondos franceses y alemanes, es decir, los ahorradores, trabajadores y pensionistas de estos países quienes confiaron en que el Estado griego sería más responsable.

Sin embargo, de no ponerse límites al oneroso e insoportable peso del Estado griego, librarse de la deuda servirá para aflojar, de forma momentánea, la soga con que Grecia se suicida, pero no evitará la eventual catástrofe. Y eso, amigos de Ecuador Sin Censura, es muy similar lo que sucede en nuestro bendito Ecuador. Confundimos, mañosamente, efectos con causas. Acusamos a la dolarización de nuestra falta de competitividad. Acusamos al capitalismo de nuestros problemas coyunturales.

Nos liberamos de una parte importante de la deuda externa para seguir endeudándonos a costilla de los pocos aportantes del IESS, insistiendo en engordar a un estado clientelista y derrochador que nos encamina al pozo de una verdadera tragedia, no griega, sino cubana.


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