jueves, 24 de junio de 2010

CATERVA DE ZOQUETES


Escucha este Post:


Leyendo las majaderías que los medios publican del borrador de Ley Mordaza, sobre todo los párrafos institucionalizando la Censura Previa con aquello de la Información "veraz, contrastada, oportuna, contextualizada y plural", ratifico mi conclusión que estamos legislados por una caterva de zoquetes totalitarios con muy feas intenciones. Esta calificación, por supuesto, se apega, con exactitud, a lo pretendido en el texto del borrador, ya que, aunque ubicada en la cancha de la opinión, es información (toda opinión lo es ¿o no?) y, definir a los legisladores como una caterva de zoquetes malintencionados y totalitarios, es veraz, contrastado, oportuno, contextualizado y plural.

Una caterva es, según la Real Academia de la Lengua Española: "una multitud de personas o cosas consideradas en grupo, pero sin concierto, o de poco valor e importancia." La Asamblea la conforman multitud de asambleístas, a los que es difícil atribuir concierto alguno, definiendo concierto como "Buen orden y disposición de las cosas", cuyo valor e importancia son relativamente pequeños desde muchísimos puntos de vista.

Considerándolo bien, la definición se apega con tanta exactitud a la de Asamblea, que resultaría loable considerar una propuesta de cambio de denominación institucional y que la Asamblea Nacional pasara a denominarse Caterva Partidista, aunque reconozco que habría argumentos suficientes como para impulsar la candidatura de la expresión "Tropel Partidocrático", dentro de las alternativas de nueva denominación institucional, por aquello de que los documentos sugeridos por los catervistas nacionales aparentan encajar, con holgada solvencia, en el calificativo de tropelía.

Lo de totalitarios es evidente, tan sólo con presenciar el agencioso empeño que ponen en legislar la totalidad de los ámbitos de las relaciones ciudadanas. Cuando conformaron la Caterva Constituyente decidieron obviar que la razón primordial de una Constitución es la de imponer límites al poder del Estado, y decidieron hacer exactamente lo contrario. En su actual condición de Catervistas Nacionales, su propósito sigue siendo el de ampliar la intromisión estatal en el ámbito privado recortando libertades ciudadanas.

Acá es donde se evidencia la zoquetería malintencionada de los venerables (de hecho, con excelente acierto, en el diccionario de la RAE se admite "Zoquete" como "Cargo Público", junto con "altanero" y "persona tarda en comprender"), pues se preocupan en declarar que todo esto se hace por el bien común, el sumak kawsay, en fin, por el bien del ciudadano, pero lo hacen muy mal exponiendo la fealdad de sus propósitos. Si su intención es ocultar que lo que quieren es incrementar el poder de los funcionarios para convertir el ejercicio de la ciudadanía en un acto de sumisión ante los privilegios de la casta dirigente , exponer de forma descarada su manifiesto desprecio por el ciudadano común al que consideran un descerebrado sin criterio al servicio del capatazgo de la minoría estatista, el texto, tan mal camuflado, rezuma zoquetería allá por donde se mire.

Ya lo mencionaba Claudio Villamar allá por Octubre 2009, en relación al, hoy popular estribillo mordaza, de la información "veraz, contrastada, oportuna, contextualizada y plural", diciendo, muy acertadamente en mi humilde opinión , que:

En verdad, este es el mejor ejemplo de una mala redacción legal y de una acumulación de adjetivos, en este caso, mal contextualizados que envuelven la información en un laberinto de significados.

¿Bajo qué criterio se puede establecer la "oportunidad" de una información? ¿Es oportuno que el Presi nos relate los menús que engulle durante la semana? ¿No debería, en aras de garantizar la pluralidad de acuerdo al texto propuesto, mencionar también, qué fue lo que no comió? Cuando reconoce que sin su cafecito matutino no funciona, pero evita comentarnos acerca de los batidos de polvos, multivitamínicos supongo, que bebe con profusión cada vez y cuando, si, por ejemplo, alguien añade que el General José de San Martín, comandó sus campañas libertarias drogado a base de láudano y opiáceos, ¿estaría contextualizando oportunamente?

Seamos serios. La ley no puede estar sujeta a las interpretaciones subjetivas del burócrata de turno. A no ser, claro, que lo que se pretenda sea exactamente eso: dejar al libre arbitrio del burócrata la interpretación subjetiva que más le convenga, para poder extorsionar a los legislados como y cuando le parezca sin estar sometido al incómodo estorbo de la sujeción legal.

Cualquiera que haya visitado Ecuador Sin Censura conoce mi amor incondicional por las hipérboles y el abuso barroquista de adjetivos, epítetos, aposiciones y atributos, pero manejar conceptos tan etéreos y subjetivos en un texto legal es indigno de una redacción legislativa decente.

Related Posts with Thumbnails