miércoles, 29 de julio de 2009

DERROTANDO LA POBREZA (VIDEO)

Sólo la Libertad lleva a la Justicia
(y además pone "adeecho" ;D)



Cuando hablo de defensa del capitalismo, entiendo por éste la libertad capitalista de actuar y de experimentar distintas soluciones sin necesidad de encomendarse a mandatarios ni controladores fronterizos. Se trata básicamente del mismo tipo de libertad que en el pasado pensé que podría proporcionar el anarquismo, pero bajo el arbitrio de leyes que aseguren que la libertad de un individuo no atente contra la de los demás. Yo quiero este tipo de libertad en abundancia... y para todo el mundo. Si los detractores del capitalismo argumentan que ya, hoy en día, tenemos muchísima, yo quiero aún más, hipermuchísima, si es posible. En especial para los más desfavorecidos del planeta, cuya capacidad de decisión sobre su trabajo y nivel de consumo en la actualidad es bastante reducida. Por todo ello no dudo en tildar este libro de "defensa del capitalismo global", aunque dicho capitalismo global sea más una posibilidad futura que un sistema real ya existente. Johan Norberg

Con demasiada frecuencia queremos que las culturas se mantengan congeladas e intactas, para poder tratar a sus países como museos exóticos que visitamos por placer; pero, ¿no deberían tener los mismos derechos que nosotros? Johan Norberg

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En el post anterior, un lector Anónimo realizó el siguiente comentario:

Sr "Juan Montalvo". he visto su video de liberalismo en esta misma pagina, y quisiera que responda a mi pregunta:

Que podemos hacer los ecuatorianos para salir de la pobreza y conseguir el anhelado desarrollo, que pasos debemos tomar y que tiempo nos tomaria hacerlo?

Desconozco la motivación del Anónimo al dejar tal comentario (es posible que haya sido escrito con buenas intenciones tanto como con propósitos siniestros buscando ubicarme en una posición incómoda para luego utilizar mis propuestas para criticarme), sin embargo, uno de los propósitos de este Blog, desde su nacimiento, ha sido y será siempre difundir el Liberalismo como modelo de sociedad, así que, independientemente de los, sinceros o protervos, fines del visitante, voy a aprovechar la oportunidad que me brinda su comentario para abundar en las ideas liberales.

El Liberalismo es una ideología profundamente humanista porque es la única que defiende de manera irrestricta la Libertad como el bien más preciado del Ser Humano, por delante, incluso, de la propia vida. De la misma forma que los seres humanos responsables respetan la vida ajena y no van por ahí asesinando a sus semejantes, el respeto a la libertad propia implica, invariablemente, el respeto por la del prójimo. La explotación del hombre, por tanto, es incompatible con la ideología Liberal.

El Estado se construye con la proporción de Libertad que el ciudadano está dispuesto a ceder a cambio de seguridad y justicia. Cualquier otra intervención del Estado en la vida de los Ciudadanos implica una mayor cesión de Libertad. Por tanto, cuantos más espacios ocupa el Estado, menor es la Libertad del Ciudadano.

Los defensores de cualquier tipo de Estatismo (Socialismo, Comunismo, Nazismo, Fascismo) promueven que el ciudadano renuncie a su Libertad, voluntariamente o de forma impuesta, a cambio de un supuesto bien común, aparentemente bajo la idea de que dicho bien común y la Libertad individual son incompatibles. Los Colectivistas, bien o malintencionados, son, por tanto, enemigos acérrimos de la Libertad.

El Liberalismo defiende la Libre Empresa y el Comercio Libre, la libre circulación de bienes, capitales y personas, siempre desde el respeto a la Libertad propia y ajena. Para que esto pueda suceder es imprescindible el derecho y la defensa de la propiedad privada.

La prosperidad Económica no se logra con restricciones a la libertad comercial, sino liberando toda forma de intercambio voluntario y libre entre actores económicos y sociales. La forma más rápida para prosperar es, por tanto, la defensa a ultranza, y sin restricciones, del libre mercado, la libertad para elegir. Si cada individuo es libre para disponer de su propiedad a voluntad, y todos los ciudadanos son iguales ante la ley, sus decisiones individuales llevarán a una distribución de la riqueza más justa, que rara vez será igualitaria, pues una distribución igualitaria nunca es justa, optimizando el movimiento de los recursos (el capital: humano, financiero, material) hacia aquellas actividades que permitan una mejor atención a los deseos y necesidades de la población generando, por tanto, más riqueza para todos.

La riqueza se genera, sólo y exclusivamente, con el intercambio comercial libre y voluntario. Los recursos, en sí mismo, no son riqueza sino capital, que no es otra cosa que el medio para generarla. Cómo ejemplo, cuando uno adquiere un mueble, digamos, una cama, el valor de dicha cama no lo determina el precio de los materiales y las horas de trabajo invertidos en ella, sino la percepción de valor asumida por los involucrados en la transacción. El carpintero acepta $100 porque para él valen más esos $100 que lo que le costó fabricarla, y para el comprador hay más valor en poseer dicha cama que en mantener $100 en su bolsillo. Los dos actores económicos ganan en el intercambio, generándose, por tanto, riqueza en el mismo. Si cualquiera de los dos percibe un perjuicio en dicho intercambio, éste, lógicamente, no se dará ni existirá generación de riqueza.

Tengo obligaciones que cumplir fuera del Ecuador, y por ello no dispongo de mucho tiempo para hablar de planes económicos y medidas políticas concretas (dejaremos lo específico para más adelante), sin embargo quiero compartir con todos aquellos que no lo hayan visto todavía, el excelente documental producido por el pensador liberal Sueco, Johan Norberg, que se incluye en este post. Contiene varios ejemplos y reflexiones muy interesantes sobre la prosperidad. Ocupa casi una hora pero merece la pena.

Por último, respondiendo a la pregunta concreta del visitante anónimo sobre el tiempo que nos llevaría alcanzar la tan anhelada prosperidad, debo decirle que, en mi opinión y sin lugar a ningún género de dudas, en nuestro país existen las circunstancias necesarias que facilitarían alcanzar esa meta en menos de una generación. El único problema que nos sigue anclando es que continuamos dándole preferencia a sistemas que caminan en la dirección contraria a dicha prosperidad, atrasando nuestro progreso. Martín Krause decía que el “socialismo del siglo XXI” se diferencia del sufrido en el siglo XX en solamente una cosa: ahora conocemos el resultado y es un completo fracaso. (entrevista con Martín Krause sobre el mito de que el liberalismo le da la Espalda a los menos favorecidos).

Yo nunca entregaría mi libertad a cambio de una supuesta prosperidad, pero entregarla para recibir miseria y totalitarismo me parece una infamia que debemos combatir.


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