miércoles, 18 de noviembre de 2009
2012: MENSAJES DE LA PELÍCULA
Antes de nada, quiero advertir a los lectores del post que éste puede contener información sensible sobre el argumento de la película 2012, y las reflexiones sobre la misma podrían alterar la forma en que aquellos que no hayan visto el film, aprecien el mismo. Mi sugerencia es que vean la película y luego revisiten el post para tomar una posición sobre lo acá comentado. Hecha la advertencia, no me culpen luego si alguno decidió hacer caso omiso de la indicación.
Debo confesar que hacía tiempo que no acudía una sala de cine: sinceramente, en este mundo maravilloso, donde las leyes del mercado y el libre comercio han puesto ante nosotros una cantidad, prácticamente ilimitada, de alternativas de ocupación de nuestro tiempo, donde la tecnología empodera a los individuos hasta niveles nunca antes imaginados (aunque todavía, en mi opinión, insuficientes) y podemos muscularizar nuestros cerebros en el libre ejercicio del pensamiento crítico e informado, la idea de ocupar 2 horas 38 minutos en una butaca incómoda, en compañía de los olores y ringtones de 83 desconocidos, cayendo en la tentación de los hidratos de carbono y las grasas sobresaturadas a precio de escocés añejado, no resultaba demasiado atractiva. Añádanle la inevitable hora de trayecto ida y vuelta más la posibilidad de presenciar un bodrio indigerible, y entenderán mis razones para contribuir con la espantada de espectadores que dicen que sufre la industria del celuloide.
En cualquier caso, una excelente campaña viral en internet, con un tráiler espectacular,
y la significativa posibilidad de disfrutar de efectos especiales de última generación en una pantalla de dimensiones imposibles para la humildad de mi morada, más la persuasiva insistencia de mi esposa, fueron argumentos suficientes para embarcarme en la aventura del cine en una noche entresemana.
La película es facilona pero entretenida… se deja ver, como cualquier otro “disaster movie”. También como cualquier otro “disaster movie” incluye mensajes, moralinas, mojigaterías, discursitos y supuestas enseñanzas sobre los “valores” del género humano: solidaridad, hermandad, sacrificio y toda la parafernalia del arsenal del buen moralizador hollywoodiense.
Hollywood, siempre atento y pendiente de las tendencias de opinión pública, pero aún más atento y dispuesto a generarlas, ha participado, alquilando su talento, en la consolidación de agendas políticas diversas. Durante la Segunda Guerra Mundial, las películas ensalzaban hazañas bélicas con actos de sacrificios heroicos, la progresía aprovechó el rechazo a la guerra de Vietnam para colocar sus guindolas supuestamente antimilitaristas con excelentes ejemplos en Apocalypse Now, Platoon, con tanta facilidad como se rindieron al patriotismo "demoledoramente encantador" de Rambo.
Con el paso del tiempo, las películas bélicas fueron perdiendo interés y pasamos a la fase de los disaster movies, que tiene diversos subgéneros de acuerdo a la localía de su ámbito de influencia: Tenemos los desastres focalizados (como Aeropuerto, The Towering Inferno…), Regionales (Volcano, Dante’s Peak, Earthquaque, Twister...), o Planetarios (Day After Tomorrow, Armageddom, Deep Impact, Independence Day…) que podían tener variantes de acuerdo a si la amenaza era natural, provocada por el hombre, o de origen extraterrestre.
2012 pertenece al grupo de la referencia a desastre planetario natural.
Debo reconocer que me sorprende, y agradezco, que no se haya caído en el discurso, socorrido y maniqueo, de los perversos efectos de la acción humana sobre el futuro planetario (supongo que Roland Emmerich, el director, tuvo suficiente con The Day After Tomorrow), y hayan buscado las causas del desastre en un origen ajeno, impredecible y, sobre todo, alejado de la influencia del ser humano.
También hay un componente que no esperaba de una película del mismo director de Independence Day, pero que no me sorprende en absoluto: en 2012 Estados Unidos no es el salvador del planeta. Hasta ahora, casi la totalidad de las películas de Desastres eran una especie de panegírico a favor de Estados Unidos. Uno salía del cine con una frase en la mente: “Thank God we have the Gringos” (Gracias a Dios, tenemos a los Gringos). Siempre eran ellos los héroes que salvaban el planeta con sacrificadas misiones espaciales (Armageddom), o intraterrestres (The Core), o con el ingenio inagotable de sus intelectuales y el valor de sus tropas (Independence Day). En esta ocasión, y completamente acorde con las preferencias de la Era Obama, los gringos no son los mesías acostumbrados, aunque participan del evento, como cabría esperar.
Estoy seguro que disfrutaría mucho más del cine si no fuera tan escéptico, siempre dispuesto a sacarle la punta a todo, percibiendo tramas que para mí son evidentes pero que al ojo del espectador inocente pasan desapercibidas. Pero es que, desde la perspectiva de la experiencia, en el concepto del filósofo español Ortega y Gasset, cada quien debe reconocer que es uno y su circunstancia, y las cosas no son siempre, o casi nunca, lo que parecen.
Por eso a mí me molesta ver la “corrección política” de 2012, presente en detalles como la destrucción del Vaticano: Me pregunto cual habría sido la reacción del mundo Islamista si lo ofrecido en pantalla, en lugar de católicos aplastados por la cúpula de San Pedro cayéndoles encima, hubiera sido el desmoronamiento de la Meca haciéndose pedazos cayendo sobre miles de fervorosos fieles, aplastados por los escombros, mientras rezaban versos coránicos. Supongo que la audacia hollywoodiense no llega a tanto. Tampoco me convence el guiño cómplice a China, aunque con matices tibetanos, en el elogio de su capacidad como colectivo industrial.
Sin embargo si rescato la crítica al Estado como concepto, su incapacidad para hacer lo que verdaderamente se supone que debe hacer: servir a los ciudadanos, y la denuncia de su verdadero objetivo: crecer y perpetuarse como organismo. El Estado busca sólo la defensa de sí mismo, como concepto, como entidad. La carroña de los líderes políticos decidiendo qué debe saber la población y cuando; eligiendo quien sobrevive y quien no, los protocolos de acción y respeto a la jerarquía para casos de ausencia del Jefe de Estado, son ejemplos patentes, y patéticos, de la verdadera función del Estado como realidad tangible: su propia supervivencia.
En algún momento de la película se intenta, a mi juicio sin éxito, hacer una crítica contra el poder del dinero (los multimillonarios pueden comprar su ticket a la supervivencia), pero ese detalle no es otra cosa que la manifestación de la realidad del poder del Estado como monopolio y origen de la corrupción: Si a cualquiera de Ustedes le filtraran información sobre el fin del mundo, ofreciéndole una posibilidad de salvar su vida y la de sus seres queridos a cambio de silencio y un dinero que si tiene, ¿la rechazaría?
El Estado siempre estará dispuesto a sacrificar a los ciudadanos, en nombre de un supuesto “bien común” que no es otro que su propia Supervivencia como Estado. Por eso no dudará en sacrificar vidas en conflictos absurdos. Jamás tendrá reparos “morales” o “éticos”, porque el fin siempre justificará los medios. ¿Qué importa la vida de individuos dispuestos a sacar a la luz pública la información, comparada con la supervivencia de la Raza Humana? El Estado debe asegurar su propia supervivencia porque se ve como la única representación de la sociedad, se viste a sí mismo, y convence a los ciudadanos, de una irreal legitimidad para ser depositarios de imaginarios derechos aparentemente superiores a los del individuo.
El final de la película, intenta dejar al espectador con una sensación de esperanza. Sin embargo, en mi opinión, tratar de imaginar la nueva raza humana resultante de los individuos seleccionados a dedo por el Estado, para ser los supervivientes que deban hacerla resurgir de su casi extinción, más parece el comienzo de una película de terror.
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17 comentarios:
Lo gracioso de la película es que el fin del mundo solo acaece en gringolandia y en uno que otro país alineado. Los gobiernos revolucionarios del cono sur, altivos y soberanos, cual cucarachas, sobrevivirán. Y si por el contrario, nos dejan entreve que si en el norte todo es calamitoso, en el sur, simplemente dejó de existir con el primero piroclástico que cayó del cielo. Sea como sea, yo le diera un Oscar a la película, si esta hubiese mostrado como los tres chiflados de Sudamérica y su mascota, el beodo de Nicaragua, terminaban siendo tragados por la tierra, mientras jugaban al trencito gay, en uno de sus importantísimos cónclaves del grupo del ALBA.
Mal por la película, al no mostrar en su escenas, como los marranos parlantes terminan sus días.
Jajaja... la imagen de Evo, seguido de Corre, aguantando los arreones de Chávez intentando
con Ortega abrazando la cintura del venezolano todos cantando el Noa Noa de Juan Gabriel mientras llega el fin del mundo es demoledora...Ahí si se habría amortizado el precio de la entrada...
Gracias por el comentario, como premio ;D, permíteme aconsejarte que visites este link... Absolutamente delicioso...
Despues de ver y oir los noticiarios de hoy Jueves 19 a las 7h40, estoy seguro de que en Ecuador estamos viviendo nuestro propio 2012, Armagedon, Apocalipsis o como quieran llamarlo. Solo que al final no quedarán los buenos y puros de corazón, sino los ezbirros, lamesuelas, arribistas, en pocas palabras, la inmundicia de nuestra sociedad.
El Zar Correa ha herido de muerte a la comunicación y a la educación para adoctrinar a los, hasta hoy, ciudadanos (después dejaremos de serlo para convertirnos en súbditos o esclavos). En la parte moral va peor, ahora resulta que cualquiera, porque se le para la nalga (literalmente), decide que quiere ser mujer y el Estado debe hacer el cambio de sexo en su identidad (como regalo incluso la operación de cambio de su órgano genital será financiada por nuestros impuestos). Y, tan solo con el cambio de la letra en su sexo (de M a F o viceversa), puede contraer matrimonio, constituirse en familia y adoptar hijos.
Todo lo que dijeron que no iba a pasar ha sucedido.
Ahora cual caja de Pandora, los demonios y males del mundo han salido de su encierro, al final solo nos quedará la Esperanza. Pero, esta última no tendrá oportunidad de vencer si seguimos como hasta ahora, sin tomar una posición EN CONTRA de todo esto, no nos sirven los TIBIOS. Está más que demostrado cual es el DESTINO FINAL, la destrucción de la sociedad ecuatoriana tal como lo vaticinó la santa: El Ecuador no se destruirá por catástrofes naturales, sino por los malos gobiernos.
Ser pasivos solo nos convierte en cómplices de los verdugos.
A mí me da lo mismo lo que cada individuo quiera hacer con sí mismo. Si Pedro desea que desde mañana lo llamemos Diana y que legalmente se la reconozca como mujer es su problema. No me afecta en lo más mínimo. Y si luego quiere adoptar un hijo, pues que lo haga siempre y cuando demuestre que le brindará un hogar estable y un futuro con oportunidades.
Lo que sí me tiene preocupado, hasta asustado incluso, es la ley de comunicación que están aprobano. Más allá del intento de manipulación de algunos medios, sacando de proporción ciertos artículos, yo estoy totalmente convencido que esta ley se convertirá en un punto de quiebre en la sociedad ecuatoriana. De aprobarse, que es lo más probable, se convertirá en el arma más poderosa del gobierno para definitivamente enquistarse eternamente con poderes absolutos. Ojito con esta última palabra: ABSOLUTOS.
No siempre estoy de acuerdo con lo que manifiesta G. Calderón en sus columnas, pero adhiero 100% en un fragmento de su columna de ayer: Recordemos bien los nombres de los que votaron a favor del proyecto de ley dentro de la comisión ocasional.
jose,
A mí tampoco me importa lo que cada cual quiera hacer con su cuerpo, sin embargo no puedo estar de acuerdo con que las operaciones sean costeadas con MI DINERO, o con el de otras personas que no estén de acuerdo con dichas operaciones. La caricatura de Bonil en el Universo de hoy (19/11/09) refleja 100% mi opinión respecto a ese tema.
Mientras en Cuba los bloggers y el pueblo cubano reciben con esperanza la repuesta de Barack Obama a Yoani (Carol Murillo debe estar verde de la envidia); Una esperanza de que el despiadado control del totalitarismo Cubano algún día llegara a su fin.
Nosotros damos pasos en la dirección totalmente opuesta. Parece ilógico pero mientras unos intentan desesperadamente salir de la oscuridad, nuestros “líderes” nos conducen por un camino que ya en este momento será difícil de desandar, un camino que nos llevara precisamente a esa oscuridad de la que deberíamos huir, de la que deberíamos escapar a toda costa y a pasos agigantados.
El flautista de Carondelet está haciendo bien el trabajo que le encomendaron Chávez y Castro.
Debemos detener este latrocinio.
F.R.
Obama respondió a Yoani, y Raúl Castro No.
Los tiranos revolucionarios que dicen trabajar por y para su pueblo, una vez más, presentan su peluda desnudez y su total incapacidad (en realidad lo que demuestran es su verdadero rostro de amargados miserables, parásitos cuya mediocridad les alcanzaría sólo para ser ignorados o expuestos al escarnio público en una sociedad libre: por eso no aflojan la argolla, para no dejar expuestas sus vergüenzas).
Seguiré criticando mucho de su administración, pero acá queda mi Felicitación pazra el Sr. Obama.
Carol... a dormir el chuchaqui de la envidia revolucionaria.
Juan, antes que nada gracias por la advertencia.
Vamos comentando algo de la película y del post.
2012, respecto de los efectos especiales, es la mejor película que he visto hasta la fecha....... ¡de lujo!
En términos generales me parecio una buena película de entretenimiento; en la que sin embargo, no faltó alguno que otro drama sensiblero, y ciertas caracterízaciones que casi siempre aparecen en las películas gringas, por ejemplo, el seudo científico chiflado, interpretado por Woody Harrelson, el patriota sacrificado, Danny Glover(un negro de presidente de los EE.UU., habrase visto), un pobre diablo que se viste de héroe al final, si el mismo , John Cusack. Ni modo, los gringos y sus "norteamericosas".
Ah eso sí, hay que reconocer que Emmerich, retrata fielmente a la mujer promedio a través de la protagonista mujer, la ex esposa del personaje interpretado por Cusack. Nótese que luego que su marido termina hecho gajitos en los enormes rodillos y roscas del "arca", la muy hija de su madre se lanza enseguida a los brazos de su ex, eso es lo que llamo "fidelidad a la ecuatoriana". ¡Zorra desgraciada!, mis disculpas por la brusquedad. ¡Zorra desgraciada! El pobre güey hecho trizas y salpicando las tuercas y la feminista del hogar super agarrada del otro zoquete. Bien Emmerich, un merecido homenaje para las famosas feministas.....¡zorra desgraciada!
Vamos a tu post; yo lo calificaría de polémico y ambiguo, respecto del análisis político.
No sé pero me da la impresión que no estás de acuerdo con la dirección que Oliver Stone la dio a su "Pelotón". A mí me parece una excelente película que denuncia la barbarie de la guerra en Vietnam. Reconozco el valor de Stone en cuanto a denunciar en sus películas las brutalidades del sistema. Ahora, siempre hay la posibilidad de mirar al "patriota" John Wayne matando a esos resentidos indios americanos o al cowboy Ronald Regan y sus filmes mediocres, claro, antes de su Presidencia republicanamente conservadora.
Sobre la escena en que marcha el Vaticano, ¡excelente! Lo que sí estoy seguro es que,(colándome en la película) el Papa y sus secuaces, para esas horas ya estaban cálidamente acomodados en las suaves literas de una de las monumentales arcas.
No creo que exista un complot contra el Vaticano Incorporated o la Iglesia Católica Internacional. ¿Por qué no el Vaticano? ¿Por qué no el estadio del Aucas? ¿Por qué no alguna mezquita musulmana? Porque Emmerich y los productores lo quisieron así, y me parece que no se equivocaron, las escenas son geniales, los curas intentando aguantar la capilla sixtina a punte rosario, casi un clásico.
Además, si ya sabes que esos fanáticos imbéciles hinchas de Mahoma se escandalizan por cualquier cosa es mejor ignorarles.
Creo que es demasiado claro que(nuevamente divagando en la película) los gobiernos tenían la obligación de comunicar a sus respectivas sociedades el inminente suceso, quizá reservándose los efectos catrástróficos del mismo para no crear pánico, pero buscando soluciones que atenúen los terribles efectos. Lo contradictorio es que el Presidente gringo, oculta la información y luego pretende hacer creer que está dispuesto a casi suicidarse por estar con su pueblo, ¡patriterismo barato!, ahí si que Emmerich se fue de cuatro.
Sobre la pregunta que haces polémica por cierto, lo que estás diciendo es que si fueras inmundamente rico, y pudieras salvarte, tú y tu circulo afectivo, lo harías encantado, aunque ese silencio, significaría que la mayoría de los humanos deambulen ignorantes de su destino fatal. Dilema extremadamente ambiguo; en mi caso no tengo que preocuparme por esa encrucijada pues, no aspiro a ser asquerosamente rico.
Un post interesante, como los que se publican en Ecuador sin Censura.
Ya opinaré sobre la película el sábado luego que la vea. Aparte de eso ¿alguien sabe que pasa con el sitio de Martha Colmenares? Muestra como que el dominio ha desaparecido, ¿hackeado bolivariano talvez?
Hola. Tal vez mi comentario no tenga nada que ver con el post, pero, gracias al Sr. Correa, el día viernes tres delincuentes por la noche, afuera de mi casa, intentaron robarle con violencia, mientras que un cuarto apuntaba con un arma a mi hermano. Gracias a Dios no sucedió una desgacia. Los pillos aprovecharon la oscuridad, porque justo en mi sector el racionamiento electrico se dio desde las siete de la noche hasta las ocho y media (aunque era hasta las 9PM). Dónde estaba el patrullaj policial prometido para los sectores del sur con estos cortes). Culpo a Correa por que el no previó lo del Paute, dejandonos ahora sin electricidad; lo culpo de que decidiera que en ciertos sectores de Guayaquil los racionamientos sean de noche (aunque permite hacer actividades por la tarde, nos deja inseguros por la noche). Y lo culpo porque con sus leyes deje libre a cuanto delincuente exista. El se gasta el dinero que debe usar de manera adecuada para el bienestar del País, en propaganda política, gabinetes itinerante, chatarra de otros países, etc. Se gata nuestro dinero, y aunque bien es cierto que no debe importarme si alguien quiere ser hombre y mujer, si debe importarnos que la opercaión del cambió sea con nuestro dinero; y es verdad lo que ilustra Bonil, o sea, si me identifico con el arquetipo europeo, también deben costearme la operación, no? No sé por que debemos esperar tanto para firmar la solicitud de revocatoria. No podemos hacer algo ahora?
La oración quedó incompleta, disculpas. El viernes le intenetaron robar a mi papá fuera de la casa cuando iba a meter el carro en el estacionamiento aprovechando la falta de enregia eléctrica debido a los racionamientos nocturnos. Bueno, mi opinión esta en el comentario anterior, solo queria corregir eso.
La película es otra de Hollywood, mucho efecto (muy buenos) poco crédito al contenido, sobre todo porque está basado en una "profecía" que no es tal. En fin, entretenida pero nada especial.
Mas preocupado estoy que se vaya a cumplir la profecía de Santa Mariana de Jesús respecto al Ecuador, al paso que vamos, será cierta.
Cuando vi el trailer en internet mientras navegaba por allí gastando el tiempo, me asombré debido a la gran cantidad y calidad de efectos, por eso fui el responsable que toda mi familia se trasladó a Ambato a verla de inmediato, y sin saberlo salimos a altas horas de la noche por lo que demoró la película. En fin, al ir, esperaba encontrarme con la típica película de fin del mundo, que al igual que sea un heroe( Superman, Hombre araña, Hulk) una persona (Cientifico con personalidad Nostradamus, tambien de EEUU) o estado (casi siempre de EEUU) nos venga a salvar a toda la humanidad de un desastre casi siempre provocado por un ser humano o magnificado por uno; pero a diferencia de otras películas, según lo que había leído, el director de esta película(también de Día de la independencia, y El día después de mañana) se había reivindicado con este mega proyecto cinematográfico. Para mi criterio, no diferenció mucho de otras películas similares como llevar el protagonismo a estados unidos o alguno de sus habitantes (típico) aunque desde el punto de vista político y en miras a ganancia, esto típico se convierte en lógico. Aparte de esto, algo que si me llamó la anteción es como buscan recrear estereotipos, no solo de estadounidenses, sino tambien de gente de todo el mundo. En el caso del protagonista, un pobre diablo como dicen, es una de las muchas típicas familias estadounidenses, divorciadas, con problemas por los hijos, y en fin, ese especialmente fue un cuadro de un padre patético que llegó ser puesto a un lado hasta por su hijo, algo que se ve hasta en Ecuador muy comúnmente. En toda la trama, se muestra esa debilidad humana, que es "Sobrevive como puedas, a cualquier precio, sobre quien sea". La gente tirada a las calles buscando refugio, iglesias llenas buscando salvación o protección divina; se muestra gran cantidad de desastres, pero a sorpresa mía, nadie se salva, ningún continente queda intacto ante tanto desastre,y se muestra unas escenas poco alentadores de Sudamérica, sumergida en el caos debido a la Cordillera de los Andes, sus volcanes y grandes terremotos. El secreto del gran éxito de ésta película, de que hayamos tenido que esperar 3 horas adicionales a lo que llegamos a la sala de cine porque todo se había agotado para las 2 salas, y a la multitud de personas que hicieron una enorme cola llena de ansiedad por ver como creen que será su fin, es porque muchos creen que van a morir el 2012. Como sea, mis padres, al igual que muchas personas allí dentro, salieron pensando algo positivo, que estos 2 años y algo más que nos quedan, deben ser vividos como los últimos, me pregunto que habrá salido pensando cada una de esas personas que creen que el 2012 va a terminar su existencia. Sinceramente pienso, que deben pensar en viajes, cambiar a una novia más linda, jajaja (supongo), en autos y gran cantidad de cosas, casas, hechos y actos muy humanos, que al fin como dice Ricardo Arjona (Y al final, la mierda huele igual, sea de príncipe o sirvienta), pero aplicado a esta película, todos mueren o moriremos igual.
Salí pensando la magnitud de la vanalidad humana, muchos de esas personas que al principio de la película, esperaba en sus autos, viajando en los clásicos embotellamientos tan comunes en el mundo, trabajando en grandes edificios, como conserje o gerente, todos murieron en un instante; se mostró gran cantidad de gente muriendo, siendo aplastada, cayendo a abismos, en fin, de muchas y espantosas maneras; como si fuera la muerte de un grupo de hormigas siendo aplastadas, quemadas y ahogadas. Cristianos, o musulmanes(que por cierto, apoyo que debieron poner una meca también allí, pero seguramente si hacían eso un avión parecido al 11 de septiembre hubiera caído en Hollywood) sea cual sea la fe, lugar o estado, muestra una realidad humana que sea como sea, solo varía el momento, todos moriremos. Me produjo tristeza ver que después de miles de años de avance humano, lo único que hemos aprendido es a ir más rápido y ganar tiempo. Pero no a aprender, que nosotros somos quienes elegimos a esos gobernantes que se quedan callados cruzados de brazos sin decir nada a su gente mientras muere pudiendo haberlo sabido, buscando su perpetuidad; es triste saber que si eso pasa en Ecuador no seremos la excepción que quien primero salga sea la majestad presidencial, la majestad bananera con cara de tonto (no hace falta decir quien es) y otros poderosos que tal vez, muy escasamente estén tomados en cuenta en un plan de salvación, ya que éstos a comparación de las potencias mundiales, son cucarachas sin importancia. Después de miles de años de avance, no hemos aprendido que cada minuto cuenta, y si algo aprendí, es que ningún gobierno nos vendrá a salvar a cada uno de los millones de habitantes, que si algo todavía nos queda, es un regalo; porque luego será un lujo y que no esperemos a vivir por siempre (al menos que en su fe y actos digan lo contrario) sino a hacer de esta vida como vapor en el aire, valga la pena. Posdata: Concuerdo con Saulo, una fidelidad muy a la ecuatoriana, genial comentario Saulo. Saludos.
Interesante y larga reflexión, amigo DanielSaurio. Me pregunto cuanta gente habrá pensado en este asunto del fin del mundo 2012 y toda esa vaina de las predicciones Mayas como algo a considerar. Yo no creo que el futuro se pueda predecir más allá de la razonablemente evidencia del principio de causalidad: si se dan ciertas causas, siempre veremos los mismos efectos: un ejemplo claro es el seguimiento de las doctrinas socialistas estatizantes llevan invariablemente al reparto de miseria, castas dirigintes autoritarias y recorte de libertades ciudadanas, pero predecir el fin del mundo por una alineación planetaria particular... no veo por donde.
Hay una frase de Kung Fu Panda (ahí queda eso como manual de Filosofía) que me gustó viendo la pelicula con mi hijo de 9 años: "El pasado no volverá, el futuro no existe... por eso hay que vivir el presente como lo que es: un regalo... de ahí su nombre (un presente)" No lo veo mal como filosofía de vida...
Gracias por tu generoso (en extensión) aporte. Saludos a mi bella Ambato...
Después de ver esta película, uno echa de menos a uno de los directores de la vieja escuela, un Sidney Lumet que nos pudiera haber mostrado el fin del mundo desde una sola habitación, de forma mucho más impactante. Hubiéramos "perdido" los efectos especiales, pero eso de perder es un decir, lo bueno de los FX es que se pueden adaptar a cualquier argumento catastrofista: las grietas que aparecen en la tierra fácilmente las pudiéramos haber esperado hasta lo próximo de Superman o del Hulk. En cambio, esta película desperdicia la posibilidad de hacer reflexionar sobbre el significado de civilización y fin de, lo precario que es la vida sobre la tierra, y otros muchos temas que el planteamiento inicial parece sugerir. Estoy de acuerdo en que el lado moralizante de la película es convencional sin ser convincente. Tu interpretación es interesante, pero pocas personas saldrán del cine pensando en el papel nefasto de los Estados: no hay intento de escandalizar por ese lado. Lo que más pierde la película es el final. Eso de que puede salirle el corcho a Yellowstone, y 27 días después que podrá haber una "calidad de aire moderado a bueno" en un Mar Índico desplazado 23 grados al oeste, es de un absurdo indigerible, pero no es tanto eso, sino ese mensaje subyacente: "bueno, acaba de perecer la casi totalidad de los seres humanos, pero el héroe consigue a la chica, así que final feliz", sin rastro de ironía, lo que decepciona.
En suma, un disaster movie con mucho efecto y una lamentable falta de talento guionístico. Una de tantas "volver a ver eso? No, gracias."
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